El folclórico político hondureño Julián Suazo, originario del departamento de La Paz e hijo del ex presidente Roberto Suazo Córdova (1982 - 1986), ha encontrado la forma de darle una pizca de humor al tema de los mineros.
Usando su imaginación, Julián Suazo- según cuenta Armando Villanueva- ha dicho que si los mineros hubieran quedado atrapados en Honduras lo más posible es que Willian Chong Wong , ministro de finanzas, habría dicho que no había “pisto” (dinero) para el rescate, habrían aprobado un decreto de emergencia para licitar la compañía que los devolvería a la superficie, los mineros se habrían matado abajo por quien salía primero, los socorristas sólo trabajarían seis horas y para rematar no habría quien los atendiera en el Hospital porque las enfermeras y médicos estarían en huelga…
En medio de la jocosidad de ese razonamiento, en medio de lo que puede ser un peligroso estigma, vale reflexionar sobre la ocurrencia de Suazo. Honduras sigue metida en una “mina”, sin señales de rescate.
Nuestro país espera la instauración de una cultura del trabajo, de perseverancia; necesitamos la llegada de una verdadera solidaridad y unidad nacional. Debemos hacernos uno solo para echar andar al país.
No deja de tener razón Suazo, si el caso de los mineros hubiera sido en Honduras, tampoco habrían encontrado medicinas en los hospitales, los políticos averiguarían a qué partido pertenecen, hubieran preguntado, votaron o no votaron?
Otra pregunta hubiera sido son golpistas o resistencia? Son indígenas? Son garífunas?
Al presidente lo hubieran acusado de populismo y los oligarcas hubieran dicho que el rescate no es prioridad. Los periodicos hubieran titulado "Negociazo en rescate de mineros".
La Iglesia hubiera hecho su “show”, los Sindicatos, las Confederaciones. Los maestros hubieran hecho un paro nacional en “solidaridad”. Otros hubieran responsabilizado a Estados Unidos y hubiesen marchado con pancartas a su Embajada; la empresa privada hubieran dicho; de qué lloran? Sólo son 33 mineros”.
El dueño de la mina, seguro se hubiera declarado en quiebra para no costear los gastos. Cuantas cosas mi Honduras ¡!