El aspecto cultural es sin duda el principal atractivo turístico de las comunidades garífunas, pero no el único.
Una embarcación en la comunidad garífuna de Corozal nombrada en lengua materna, traducido al español "Gracias a Dios". "Nietos de Chica". |
Comunidad Garífuna de Corozal, Honduras. 4 de febrero de 2017.- Ir a las comunidades garífunas es como adentrarse en otro mundo. Otras costumbres, otro idioma. Uno no se puede dejar de impresionar por la hospitalidad de los garífunas, por la forma como tratan a los visitantes, lo respetuosos que son.
El turismo aquí va más allá de lo que uno ve con sus ojos y desde luego, la época veraniega es la mejor ocasión para adentrarse en el mundo garífuna.
El turismo aquí va más allá de lo que uno ve con sus ojos y desde luego, la época veraniega es la mejor ocasión para adentrarse en el mundo garífuna.
La naturaleza vino a dejar aquí muchas de sus mejores obras, además en las comunidades garífunas hay un aire de libertad, se respira diversión, se baila en de cada esquina y la música nunca desaparece. No es casual que la alegría y el baile sean dos de las más elevadas características de esta parte de la población nacional.
En estos pequeños pero encantadores lugares es posible descubrir paisajes escondidos en medio de inmensos kilómetros de arena blanca, del tranquilo mar Caribe, de los ríos, montañas y lagunas.
COSTA NORTE... COSTA ALEGRE
Las comunidades garífunas están distribuidas en la costa atlántica de Honduras en los departamentos de Gracias a Dios, Colón, Atlántida, Islas de la Bahía y Cortés. Son poblaciones pequeñas, las mayores habitadas quizá alcancen entre 5 y 7 mil personas, estas cifras de alguna manera mienten pues habría que tomar en cuenta la gran cantidad de personas que viven en Estados Unidos y que son naturales de estos sectores.
DANZA Y MÚSICA
En esta parte se aprecia la riqueza cultural del pueblo garífuna, hay muchas danzas y ritmos musicales. Los garífunas crean música a cada instante, llevan el ritmo en la sangre. De todas ellos, la punta es el más sobresaliente, una danza cuyo origen fue conceder homenaje a los muertos. Hoy en día el ritmo punta es conocido internacionalmente.
Para ver cómo los garífunas bailan punta, no se necesita ni organización ni un montaje especial. En las comunidades suelen suceder celebraciones espontáneas y en cualquier parte. Los visitantes pueden participar en estas fiestas y en ocasiones deben contribuir, como todos, con algo de dinero que se entrega a un colector o en un recipiente que se pone en el centro del círculo.
LOS RECURSOS NATURALES
Desde luego el imponente mar Caribe se presta para vivir miles de emociones. No basta con bañarse, para disfrutar bien hay que ir en un cayuco prestado o por alquiler y vivir la experiencia de impulsar la unidad con su propio esfuerzo al igual que lo hacen los pescadores. También hay lanchas de motor que hacen recorridos a precios cómodos.
En adición a lo anterior, a quienes no les guste el mar, en todas las comunidades garífunas hay ríos. Los garífunas de antaño, tuvieron la sabiduría de fundar sus comunidades en zonas cercanas a ríos. Esto también es un gran aliciente porque bañarse en estas aguas es un antojo del cual es imposible escapar.
Siguiendo la ruta de los ríos, podemos entrar en el mundo del montañismo. De paseo por las montañas se pasa revista a los árboles del sector. Esta es una excelente forma de escapar del calor abrazador que hay en las comunidades y entrar en otra dimensión, únicamente hay que informarse bien con los locales.
… Y LA GASTRONOMÍA
En su mayoría la comida garífuna es compuesta de tubérculos, bananas verdes, cocos y pescado. El platillo típico más representativo es la machuca, compuesta con una masa de plátano o banano y una sopa de coco con pescado. El plátano cocido se mete en una “hana”, (recipiente para machucar), normalmente machucan los hombres y las mujeres se ocupan de hacer la sopa. En cada casa hay una “hana”.
También se come tapado al estilo garífuna, siempre con coco. Hay varios platillos más. En estas épocas quizá lo que más se disfruta es el pescado con tajada de plátano o de guineo, acompañandolo con un trago de guífiti (amargo) la bebida tradicional compuesta de aguardiente fermentado con varios tipos de semillas y del que se asegura tiene muchas propiedades.
Es afirmativo que la comunidad garífuna se ha convertido en una de las marcas más potentes del turismo nacional y lo que atrae todo esto es la amabilidad de las personas, de cómo se interrelacionan entre sí. Los garífunas se ven todos a sí mismos con cierto parentesco. Tienen un concepto muy extendido de familia, prácticamente toda la comunidad es la familia, por eso tienen un bajo índice de delincuencia, estamos hablando de comunidades seguras, donde niños y adultos pueden caminar sin sentirse amenazados.
DATOS
1. Desde Plaplaya en el departamento de Gracias a Dios, hasta Masca en Omoa, Cortés, son unas 50 las comunidades garífunas en el litoral atlántico de Honduras.
2. Los patronatos son las organizaciones locales que llevan el liderazgo de las comunidades. Ellos siempre están prestos a apoyar a los turistas.
3. En el año 2001 la lengua, la danza y la música garífuna es declarada Obra Maestra del Patrimonio y en el 2008 es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, ambas declaraciones por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).