No pocas cosas debe tener en el corazón Pepe Lobo para embarcarse en la nave Presidencial de un país al que encontrará en ruinas y, que para reconstruirlo, necesitará más esfuerzos que los renacimientos tras los desbastamientos producidos por la Segunda Guerra Mundial.
Hoy Honduras, es un país pobre económicamente, pero lo es más moralmente y anímicamente. Honduras es un país deprimido, tiene un corazón que camina lentamente y su estado de gravedad ha sido acelerado por el golpe de estado con rumbo al colapso total.
Pepe Lobo deberá vestir el mismo traje que McGyver el popular personaje de la serie americana cuyo ingenio le permite resolverlo todo, muchas veces partiendo de instrumentos como goma de mascar. No es poco lo que le espera a Pepe.
En términos monetarios, el país está podrido. Es presa de un alto deficit, producto de las malas costumbres del gobierno constitucional de Mel y agravadas por el mandato golpista. Si Zelaya ya tenía enferma a la economía Micheletti le dio el tiro de gracia.
Micheletti como un verdadero dictador, regaló dinero a quien quería, poco a poco fue llamando a Alcaldes para entregarles cheque millonarios. También se dio un festín de contrataciones de empleados, de adquisiciones adjudicación de proyectos, además que se movió con bolsas de dinero a nivel internacional, para tratar de esconder lo que todo mundo sabía que era un golpe de estado.
Como se trata de un comportamiento dictatorial, nadie sabe las reales cifras de la aventura de Micheletti, ni siquiera Pepe Lobo.
En materia de derechos humanos, instituciones como la Fiscalía General de la República, la Corte Suprema, son auténticos fantasmas. La Policía está convertida en un cazador. El Congreso es una trampa al igual que el Tribunal Supremo Electoral y si es el Ejército, tiene listo el rifle contra cualquiera. Pepe ya se reunió con ellos y seguramente le entregaron el manual de gobierno y golpe.
Pepe recibirá una sociedad convulsa porque las fuerzas sociales no estuvieron de acuerdo con las elecciones se anuncian miles de huelga para el 2010. Pepe llegó con números inflados, tiene a sus diputados, pero no tiene a la población.
Por eso es muy bueno el camino de dialogar con los diversos sectores. Lo que recomendamos a Pepe es que se comporte como un Presidente electo en la Urnas, no en el Congreso. Un presidente para el pueblo, no contra el pueblo. Eso será suficiente para volver al camino.
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