Honduras
Tomado de Diario El Heraldo
Después de más de 72 horas de búsqueda y angustiosa espera,  el milagro ocurrió. El niño José Franklyn López Alvarenga, de 4 años,  fue encontrado sano y salvo la tarde de este jueves por elementos del  Cuerpo de Bomberos.
El pequeño se perdió el pasado lunes  en la montaña de El Perico en Villanueva, Cortés, cuando buscaba leña  junto a dos amiguitos de 4 y 10 años, según sus familiares.
Levemente  deshidratado, con signos de hipotermia y lesiones provocadas por la  maleza, Franklyn fue hallado a más de dos horas del punto de donde se  había perdido.
Tras enterarse de su desaparición, decenas  de pobladores, policías, autoridades e incluso un empresario de  Villanueva se unieron a las labores de búsqueda y rescate sin ningún  éxito. Fue hasta ayer que el Cuerpo de Bomberos fue notificado del  extravío del menor e inmediatamente salieron elementos permanentes y  voluntarios a continuar la búsqueda.
Los esfuerzos dieron  resultados y este jueves, aproximadamente a la 1:00 de la tarde, el  pequeño fue encontrado sentado en una piedra, levemente desvanecido  después de casi cuatro días sin un techo para acobijarle.
El  sargento del Cuerpo de Bomberos de San Pedro Sula, Emilio Rodríguez,  contó a ElHeraldo.hn que al verlos el pequeño se echó a llorar y les  extendió sus brazos.
"Es un milagro de Dios. Lo tienen  como un héroe como un milagro porque no se explican cómo sobrevivió a la  intemperie" comentó el bombero quien se encontraba en la cuadrilla  encargada del rescate y que estaba al mando del mayor Germán Jiménez.
El  pequeño fue revisado por el alcalde y médico de Villanueva, Cortés,  Walter Perdomo, quien aseguró que el menor se encuentra bien aunque  recomendó que fuese trasladado al hospital Mario Catarino Rivas para  realizar otras evaluaciones.
¿Cómo se perdió? 
El pequeño de apenas cuatro años relató en medio de  sollozos a los bomberos cómo se perdió. De acuerdo a Franklyn iban  jugando con sus amiguitos cuando se do cuenta que había dejado su gorra  roja por lo que decidió aprovechar que los niños recogían leña para ir a  traerla, pero cuando intentó regresar no logró encontrarlos.
Franklyn contó que caminó intentando salir de la espesura del bosque pero que sus esfuerzos habían sido en vano.
De  acuerdo al sargento Rodríguez, el hecho que el pequeño haya sobrevivido  es un milagro pues se encontraba sin ropa apropiada para sobrellevar  las bajas temperaturas de la montaña y sin comida en una zona donde los  únicos caminos que hay son de herradura.
La familia del  pequeño Franklyn vive en una pequeña choza hecha de mantas de nylon y  lona sostenidas por palos de madera. El padre del menor se dedica al  corte de caña de azúcar en la zona de Villanueva.

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