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Nunca
he estado al frente de un Censo Nacional, pero se me hace que es sencillo. Primero: Si
no están las condiciones, sencillamente NO SE HACE. Sun Tzu, lo dice en su Arte
de la Guerra, no vamos a ir a una batalla para perder, mejor esperar un tiempo
para atacar.
Para el Censo Nacional una de las estrategias efectivas es una campaña de comunicación fuerte. Es lo primero
que debe hacerse, pero no como lo hicieron aquí, que a dos meses del Censo, solo
algunos sabían. Eran pocos los anuncios en
los medios. No había vallas, no había mensajitos, conciertos, afiches,
comparecencias.
Era
necesario todo un plan de comunicación, mínimo con un año de anticipación. Dirán,
eso es caro, es cierto. Un censo es caro.
Había
que reunirse con todos los sectores; empresarios, obreros, partidos políticos,
instituciones gremiales, sindicatos, organizaciones locales, patronatos e
iglesias. Pactar con todas las organizaciones,
sin dejar fuera a nadie. Todas estas organizaciones pudieron haber contribuido
al esfuerzo de comunicación requerida para un proyecto de tal magnitud.
Otro
de los grandes hitos para el proyecto del censo es que este año hay elecciones
generales, Honduras estaa concentrada en este proceso. No hay capacidad para otro gran operativo, por lo que, si venían esperando desde
el 2011, había que esperar un año más.
Ahora
resulta que por la escalada delincuencial, fueron robadas maletas de información
y están en poder de los ladrones, que es eso?
Dícese
que por la presión que tenían los empadronadores, ya por último, ponían lo que querían
en la boleta, la cosa era entregar y nada más.
Otro
aspecto era la optima capacitación de los empadronadores. Lo hicieron a medias muestra de ello es que algunos asumían la condición del censado, es decir hacían algunas preguntas y el resto, ellos mismos lo contestaban por presunción. Todo eso ha
pasado en Honduras.
Hace poco llegó una muchacha a mi trabajo, solicitándome mi información. No llegaron a mi casa, tampoco llegaron a las de muchos compañeros y compañeras. Es una pena, que en Honduras ni siquiera sepa cuantos somos, en pleno siglo XXI. Es una real vergüenza. Entiendo la buena intención y el esfuerzo del Instituto Nacional de Estadistica (INE), pero lo que lograron fue un fracaso y es mejor que lo acepten, porque si no, será peor para ellos. Si se dieran medallas al fracaso el censo 2013 sería el oro.
Hace poco llegó una muchacha a mi trabajo, solicitándome mi información. No llegaron a mi casa, tampoco llegaron a las de muchos compañeros y compañeras. Es una pena, que en Honduras ni siquiera sepa cuantos somos, en pleno siglo XXI. Es una real vergüenza. Entiendo la buena intención y el esfuerzo del Instituto Nacional de Estadistica (INE), pero lo que lograron fue un fracaso y es mejor que lo acepten, porque si no, será peor para ellos. Si se dieran medallas al fracaso el censo 2013 sería el oro.