lunes, 14 de octubre de 2013

Honduras: Así fracasa un Censo Nacional



Foto de La Prensa
Si se dieran medallas al fracaso, el Censo Nacional 2013 obtendría el oro. Ha sido un fracaso olímpico. Las autoridades permanecen mudas, mientras un anuncio solicita que si usted no ha sido censado llame a un número, eso está bien, pero no había porque llegar hasta ahí.

Nunca he estado al frente de un Censo Nacional, pero se me hace que es sencillo. Primero: Si no están las condiciones, sencillamente NO SE HACE. Sun Tzu, lo dice en su Arte de la Guerra, no vamos a ir a una batalla para perder, mejor esperar un tiempo para atacar.

Para el Censo Nacional una de las estrategias efectivas es una campaña de comunicación fuerte. Es lo primero que debe hacerse, pero no como lo hicieron aquí, que a dos meses del Censo, solo algunos sabían.  Eran pocos los anuncios en los medios. No había vallas, no había mensajitos, conciertos, afiches, comparecencias.

Era necesario todo un plan de comunicación, mínimo con un año de anticipación. Dirán, eso es caro, es cierto. Un censo es caro.
 
Había que reunirse con todos los sectores; empresarios, obreros, partidos políticos, instituciones gremiales, sindicatos, organizaciones locales, patronatos e iglesias. Pactar  con todas las organizaciones, sin dejar fuera a nadie. Todas estas organizaciones pudieron haber contribuido al esfuerzo de comunicación  requerida para un proyecto de tal magnitud.

Otro de los grandes hitos para el proyecto del censo es que este año hay elecciones generales, Honduras estaa concentrada en este proceso. No hay capacidad para otro gran operativo, por lo que, si venían esperando desde el 2011,  había que esperar un año más.

Ahora resulta que por la escalada delincuencial, fueron robadas maletas de información y están en poder de los ladrones, que es eso?

Dícese que por la presión que tenían los empadronadores, ya por último, ponían lo que querían en la boleta, la cosa era entregar y nada más.

Otro aspecto era la optima capacitación de los empadronadores. Lo hicieron a medias muestra de ello es que algunos asumían la condición del censado, es decir hacían algunas preguntas y el resto, ellos mismos lo contestaban por presunción. Todo eso ha pasado en Honduras. 

Hace poco llegó una muchacha a mi trabajo,  solicitándome mi información. No llegaron  a mi casa, tampoco llegaron a las de muchos compañeros y compañeras. Es una pena, que en Honduras ni siquiera sepa cuantos somos, en pleno siglo XXI. Es una real vergüenza. Entiendo la buena intención y el esfuerzo del Instituto Nacional de Estadistica (INE), pero lo que lograron fue un fracaso y es mejor que lo acepten, porque si no, será peor para ellos. Si se dieran medallas al fracaso el censo 2013 sería el oro.