jueves, 24 de julio de 2014

El efecto Harvard en el pueblo GARIFUNA



Garífunas graduados  de Médicos en la ELAM de Cuba

Tegucigalpa, Honduras 24 de julio de 2014.- En menos de dos meses dos compatriotas nuestros GARIFUNAS han egresado de la prestigiosa UNIVERSIDAD de Harvard. En una reunión de la Organización WADANI,  el compañero Lorenzo Mejía dijo también que un primo suyo también había logrado un cartón de Harvard.  

Hace mucho tiempo cuando los primeros garífunas fueron a las escuelas y colegios esto pronto se hizo una moda, luego a las universidades y también. Después vinieron las maestrías y doctorados y ahora le toca el turno a los “harvardboys”.

Que egresen estos dos GARIFUNAS de Harvard, es apenas la muestra de la enorme cantidad de hermanos y hermanas que se están preparando, especialmente las mujeres, que estudian en diversas partes del mundo, en todos los niveles y en todos los conocimientos. Es un momento histórico de la cual pocos somos conscientes.

Días después de haberse difundido el segundo “Harvardboys”, llegaron noticias desde Cuba que un grupo de GARIFUNAS se habían recibido como doctores en medicina de la Escuela Latinoamericana de Medicina.  También una amiga desde Inglaterra me comparte que su hija acaba de ingresar a la Army Cadet Force, los egresados de  esa academia casi siempre terminan en altas posiciones militares, así que no es poca cosa.  Los Garífunas nos estamos preparando para grandes cosas.

Debo sumar a lo anterior que en una plática con una periodista garífuna, le aconsejé que en atención a la nueva dinámica del orden mundial, su carrera está garantizada estudiando el idioma chino-mandarín. Ella es inteligente y atractiva; habla inglés, español, garífuna y si encima aprende hablar chino, lo que le espera es el éxito. Dos días después volví y la conminé a que si no podía estudiar chino, aprendiera el ruso. Necesitamos garífunas con esas capacidades. Miremos el futuro.  

A toda esta explosión de búsqueda de conocimiento y preparación le llamo WADANI. (Vocablo garífuna que en español equivale a Nuestro tiempo, nuestro momento). De modo natural, sin ayudas estatales o con muy pocas, sin compras de exámenes, sin tráfico de influencia porque no la tenemos, los garífunas caminan para posiciones cimeras, éste movimiento silencioso y lento, va a terminar irremediablemente en puestos importantes de conducción del Estado.

Miles de jóvenes ahora sueñan con Harvard, sueñan con comerse el mundo, con ser dueños, con sentarse en las mesas de poder, con dirigir, crear, con ser ellos. Esto es lo que llamo efecto Harvard.  Hace poco uno de los egresados de esa casa de estudios soltó que le gustaría entrar a la política y llegar a ser Presidente de Honduras. Un anuncio serio de que aunque no sea él, un presidente garífuna de está cerca de ser electo. Pero la historia o queda ahí, debemos pensar en la presidencia de la Corte, del congreso, en la Presidencia de los partidos políticos en puestos de gerencia de las grandes empresas, manejar las empresas del Estado, donde quiera que vayamos debe haber un profesional garífuna ahí, esto es lo que postula WADANI.

Pero para ingresar a los nervios del poder, se necesita más que un cartón universitario, por eso en WADANI nos definimos como una organización de gestión política, que busca iluminar la pista para aterrizar en los espacios de poder. Muchas cosas debimos haber hecho antes, esta es una de ellas, pero estamos a tiempo. Hoy si estamos preparados y  atención, no se trata de crear una clase política más, se trata de elevar al máximo nivel lo que heredamos de nuestros abuelos: justicia social, no robar, no asesinar. Se trata de que la ciudad es nuestra familia, que el departamento es nuestra familia que el país entero es nuestra familia y por lo tanto no hay que fallarle a esa familia.

Todas las decisiones  penden de la política, desde el macro proyecto hasta un pequeño puesto en el gobierno. Todo, absolutamente todo es político, por eso hoy más que nunca debemos centrarnos en WADANI. Ya no podemos perder ni un tan sólo segundo en este proceso. Por nuestros hijos, por los hijos de nuestros hijos, por los abuelos y por la razón más poderosa, si no lo hacemos esto se pondrá muy mal.

Debemos empezar por el reconocimiento, somos grandes y tenemos los pies en la tierra. Basta ya con repetir que los japoneses son la maravilla, que los chinos, que los judíos, que los blancos estadounidenses son gigantes que esto y lo otro. Aprendamos que ser garífunas también es una grandeza. Nosotros somos grandes

Basta ya con tanta ponzoña señores. Pensemos en el bienestar de todos. Sin egoísmos y envidias.
Desde luego, hago mías las palabras de ese gran político brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva, el buen gobierno no te lo da la Universidad, no lo vas a encontrar en ningún libro, está dentro de ti. Viene desde la casa, cuando una mujer deja de comer para dar a sus hijos, cuando se preocupa por la salud de sus hijos. Cuando los protege.
  
Cuando un padre da a todos sus hijos la misma oportunidad, los gradúa y sigue vigilando que no se aparten del redil.

miércoles, 23 de julio de 2014

Negro, hondureño y migrante: los tres delitos de Ángel Amílcar


July Baltazar, esposa de Ángel Colón, encarcelado en México / Saúl Ruiz

Cuando July Baltazar despidió a Ángel en un punto fronterizo entre Honduras y Guatemala supo que el viaje de su pareja hasta Houston sería difícil. Entre ambos puntos se extiende México, un inhóspito cruce que pone a prueba a los miles de migrantes que transitan de Centroamérica hacia el norte. Ni siquiera en sus peores pesadillas July podría haber anticipado lo que iba a suceder al padre de sus dos hijos, que había abandonado su casa en Plaplaya para ayudar a pagar el tratamiento de su primogénito, aquejado por un cáncer.

Han pasado cinco años y medio de aquella despedida y Ángel no ha llegado a su destino. Se encuentra en una prisión federal acusado de delincuencia organizada y otros delitos. Amnistía Internacional lo declaró este martes preso de conciencia y junto a la reputada ONG Centro Prodh ha exigido que sea liberado.

“Este caso condensa los distintos niveles de indefensión de los migrantes en México”, explica Mario Patrón, director del Centro Prodh. “Que en julio de 2014, a cinco años de su detención, no se haya cerrado la etapa de instrucción refleja la ausencia del debido proceso. Ángel nunca tuvo una defensa adecuada”, agrega.

Ángel Colón es garífuna, una población con presencia en la costa atlántica de Centroamérica que surgió en el siglo XVII de la mezcla de indígenas y negros originarios del Congo que habían sido esclavos en plantaciones bananeras del Caribe. En Honduras, había trabajado para reducir el contagio de VIH en esta comunidad. También presidió la Organización Fraternal Negra Hondureña, que defiende la cultura y el territorio garífuna. Cuando dejó el cargo comenzó a hacer trabajos de electricidad, pero eso no fue suficiente para pagar las facturas médicas de Ángel Elvir, su hijo de siete años.

Para llevar a cabo el periplo, comenzado en enero de 2009, Ángel tuvo que echar mano de sus ahorros y solicitar algunos préstamos. Un coyote, un traficante de personas, le había solicitado 5.000 dólares para cruzarlo a Estados Unidos. Una vez allí iría a buscar a su hermano Doroteo, que estaba en Nueva York. El coyote lo abandonó poco después de haber entrado a México. Ángel pagó a un conductor de un tráiler para que lo llevara a la capital. Hizo un viaje de 34 horas en la caja refrigerada del camión junto a 119 personas.

July tenía noticias de él por llamadas telefónicas que tenían la duración de un suspiro. Eran muestras de vida, de que avanzaba a través del territorio mexicano, que encierra tantos peligros. Ángel tardó dos meses en llegar a Tijuana, la ciudad fronteriza. En marzo se hizo el silencio.

Un coyote, apodado El Ruso, prometió ponerlo en tierra estadounidense. Lo llevó a una casa, donde lo aislaron y lo amenazaron. Al cuarto día de estar recluido, Ángel escuchó disparos y golpes violentos. Eran los años más violentos de la guerra que emprendió el expresidente Felipe Calderón contra el narcotráfico. Tijuana vivía a sangre y plomo. Asustado, el migrante hondureño trató de huir. La policía lo detuvo a él y a otras diez personas –cuatro ya han sido liberadas-, acusándolos de delincuencia organizada y de tener armas y drogas en la casa. “Después de su detención el Estado Mexicano no da el aviso consular, que es un derecho básico. Es una violación al debido proceso”, señala Patrón.

Al día siguiente de su detención, Ángel fue interrogado por policías. Él mismo describe su experiencia en su declaración: “Me llevaron a un baño donde vi mucha sangre sobre el piso, me hicieron sentar sobre el suelo, cubriéndome la cabeza con una bolsa doble, me sacudí y alcancé a hablar y les dije que eso no era necesario, que había ingresado al país por la frontera con Guatemala”.
Después, fue trasladado a un cuartel militar. Los abusos continuaban. “Gente que no conozco fue torturada [lo sé] por los llantos y gritos y el zumbar de los golpes que recibían… Para evitar la macaneada que pretendían darme comencé a realizar las peticiones que me pedían: me pusieron a limpiar los zapatos de otros detenidos con mi saliva, dar mi vestimenta a otros, realizar posturas militares que no sabía. Me insultaban. Me convirtieron en el payaso que divierte a su público”, asegura.

Ángel, de gorra, trabajó como promotor de Marie Stopes International, dedicada a la promoción de la salud reproductiva y materna / Centro Prodh
“Inexplicablemente, es ahí donde rinde su declaración ministerial. Le construyen la declaración”, señala Luis Tapia, uno de sus abogados defensores. “Hasta el momento, no existen pruebas que vinculen a Ángel con las armas, las drogas, ni que demuestren que cometió un delito”, señala Denise González, del Centro Prodh.
Ángel llegó a la cárcel en mayo de 2009 después de haber sido arraigado por 77 días. Fue enviado a una prisión de mediana seguridad en Nayarit, un Estado en la costa del Pacífico mexicano.

En su casa en Honduras, en el departamento de Gracias a Dios, July supo de su esposo hasta el mes de septiembre, nueve meses después de haberle dicho adiós. Recuerda con precisión el día, el 30, porque el papel llegó “cuatro días después de la muerte de mi hijo”. Ángel Elvir falleció a los siete años mientras su padre aguardaba un juicio en México por un delito que no cometió. Las tragedias no llegan solas, pero la carta dejó un sabor agridulce en July. “En parte sentí alivio porque yo pensaba que había muerto, pero la noticia no era buena”, señala.

July ha salido por primera vez de Honduras para venir a México y pedir al Gobierno de Enrique Peña Nieto que libere a su esposo. “No hay nada que lo incrimine a él para que siga donde está”, señala. El expediente judicial de Ángel se encuentra empantanado en el aparato judicial mexicano. Así se encuentra también la investigación por tortura que solicitó la relatoría especial de la ONU a las autoridades, que exige saber qué sucedió los días en los que Ángel estuvo indebidamente en un cuartel militar.

La familia está esperanzada en que la verdad salga a relucir en el proceso de Ángel Amílcar, cuyos únicos delitos son ser hondureño, negro y migrante en México.

Tomado de El Pais de España

martes, 15 de julio de 2014

Migrantes hacen perder la cabeza al Tio Sam



Impone dispositivos de geo localización a quienes traspasan de manera irregular sus fronteras. Una forma extremadamente vulgar y humillante de violar los derechos humanos. No es lo que espero de un pais tan querido

La pierna vigilada de una víctima del gobierno de USA. No es justo.
Tegucigalpa, Honduras 14 de julio de 2014.- Los grilletes, los dispositivos de geo localización con fines de persecución que antes mirábamos sólo en las películas, ahora son parte de nuestra realidad. Desquiciados por la abrumadora entrada irregular de miles  de inmigrantes, los jueces de inmigración de los Estados Unidos han comenzado a cobrar de la peor manera: imponiendo pulseras que los acusados-migrantes deben portar como si fueran parte de su cuerpo.

Esta flagrante medida constituye una seria violación a los derechos humanos de la cual, por supuesto es más responsable el Estado de Honduras con su feroz negación a dar a todos las mismas oportunidades. Sin duda, este problema es de Honduras, pero no menos es cierto que los derechos humanos son universales, debemos ser respetados en todos los países, especialmente a estos migrantes cuyo único delito es ser pobres.

La imposición de estas pulseras es un capítulo más del  éxodo masivo de personas que se van para Estados Unidos.  Ahora, muchos de los que se van y logran entrar, deben verse la cara con un juez que los condena a andar una pulsera a la altura del tobillo. Un motivo más para quedarse en casa, no irse por el pasillo de la muerte.

Somos humanos. Somos de esta tierra. Nuestra patria es el planeta entero, ¿Por qué nos tratan así?
Encima de todas las vicisitudes que pasan los migrantes: de salir corriendo, enfrentarse contra los mil demonios en México y cruzar la frontera más vigilada; ahora deben soportar la humillación de andar en su pie o brazos, este dispositivo de vigilancia. Esto se hacía con los ganados y con otros animales en procesos de investigación, no con los seres humanos.

Sólo en la ficción mirábamos la introducción de chip en los cuerpos humanos o la aplicación de dispositivos similares en temibles delincuentes.

Pero bien dicen que la realidad supera la fantasía y seguro que los animales sienten tristeza por nosotros, como humanos estamos perdiendo nuestras luchas más elementales. Este trato inhumano no ocurre en una selva, tampoco en el tercer mundo latinoamericano, ocurre nada menos y nada más que en el país más desarrollado del mundo.

No es de extrañar que el gran Estados Unidos tome medidas como estas, muchas cosas se han visto y se seguirán viendo, pero es contradictorio que siguen ellos denunciando violación de derechos humanos en otros países, mientras ellos laceran lo más preciado que es la dignidad humana. Es el cinismo elevado a su máxima expresión. En esto sí, los gobiernos de Honduras y el de Estados Unidos se dan de la mano.

Solo de imaginarme con un dispositivo de estos adherido a mi cuerpo, me siento torturado. Encima, estas personas deben recibir visitas programadas de los agentes de Migración, cada 3 días en la dirección que acreditaron y también acudir a firmar un documento cada 15 días a la Corte.  A ellos también les tienen prohibido salir a otro Estado. Eso es como estar preso en el extranjero.  

Qué necesidad tenemos de ser maltratados así. De hacer que nuestros hijos anden la pulsera indeseable. ¿Es este nuestro destino?  ¿Acaso no merecemos que nos traten con dignidad? ¿Cómo vivir con estas pulseras?

martes, 1 de julio de 2014

La petición que le hicieron los Presidentes de Centroamérica al Presidente Barack Obama



Niña hondureña
Tegucigalpa, Honduras 30 de junio de 2014.- Los presidentes de Centroamérica y de República Dominicana, han solicitado al Gobierno de Estados Unidos dar un trato humanitario a los niños inmigrantes que ingresan a su país por la frontera del sur y que proceden de México, Honduras, El Salvador y Guatemala. Me parece bien, lo único que encuentro es que están pidiendo allá lo que no pueden cumplir aquí. Lo primero que debieran hacer es dispensar aquí a sus compatriotas un trato igual al que le piden a Estados Unidos.

Lo que refiere la petición de los altos dignatarios centroamericanos es que Estados Unidos trata como animales a los nuestros que llegan a sus fronteras. No lo sabía. Lo que sí sabía es que la cantidad de personas que ingresan allá ha superado las capacidades del gobierno estadounidense.

Al parecer no se dan cuenta los Presidentes que el problema es que la gente se va porque aquí no están bien, por lo tanto es un problema nuestro más que de los Estados Unidos. El país no le está proporcionando ni siquiera lo básico a sus ciudadanos. Que ellos se vayan es el efecto de la mala situación en que viven aquí, por lo que consecuente con la “crisis humanitaria” declarada en la frontera méxico-estadounidense, aquí en Honduras debería de declararse “crisis en la niñez”.

De nada ha servido adoptar los Derechos del Niño, la Ley de Paternidad Irresponsable; que haya una Fiscalía de la Niñez y  también podemos establecer que ha fracasado el Bono Diez mil, el programa de gobierno que ayuda a miles de madres en problemas.

En el mismo marco en que se planteó la petición al gobierno de Estados Unidos, el presidente de Honduras anunció la Conferencia Internacional sobre Niños Migrantes para el 17 y 18 de julio aquí en Tegucigalpa, hubiera sido bueno que antes de eso celebraran un encuentro nacional de niños migrantes para obtener datos, se ve desde lejos que el gobierno desconoce el tema, ni siquiera datos tiene; quienes proporciona datos son los estadounidenses.

Han estrenado aquii una campaña radial y televisiva para desanimar a la gente a irse para Estados Unidos, pero deberían traducirlas al garífuna y también dirigirlas hacia la población de hondureños que viven en los Estados Unidos que son los que pagan los coyotes. La campaña mediática debe enfocarse, por igual, a estos dos grandes conglomerados los de aquí y a los hondureños allá.

Se ha creado una Fuerza de Tarea del Niño Migrante, pero poco se sabe de sus objetivos y responsabilidades. El gobierno también anunció la cancelación de la Dirección de Migración por considerar que algunos de sus empleados están involucrados en la trata de personas.  En adición a lo anterior hay una intervención investigativa al Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia, considerada también una institución corrupta. Creo que es bueno intervenir estas instituciones debido a que sacar de Honduras a un niño es lo más fácil.

Esta es una crítica que repito desde el 2007 cuando salí con mis hijos con destino a Londres. Al regresar tres meses después, nadie me preguntó por ellos. Así cuida este país a sus niños,  pensaba y, menos mal que iban conmigo su papa. Ellos quedaron en Europa con su madre. Y aquí al gobierno no le importa que pase con sus ciudadanos.

En vez de pedir  aquello a los Estados Unidos lo que debieran hacer los Presidentes es articular un paquete de medidas para beneficiar a la niñez hondureña, declarar a Honduras un “país de los niños”. Que a los niños de otros países les entren ganas de ser hondureños, que ningún niño, ni sus padres quieran salir de Honduras,  que valga la pena ser niño en Honduras.

Durante el mandato del Presidente Lobo, Honduras fue declarada “Santuario de Tiburones”, vean ustedes como golpean las contradicciones que hay en mi país. Serán que les importa más los tiburones que los niños.

Se me ocurren varias cosas: en el sector transporte, sería bueno regresar a la vieja costumbre de no cobrarle a los niños, sería una motivación;  tratar el asunto del trabajo infantil, mejorar las escuelas y la educación, invertir en deportes para niños; en salud darles buena atención médica, proveer a los niños de una protección jurídico-social, en fin todo lo que conlleve a Honduras a ser el país de los niños.

Debe regresar el amor por los niños, ahora solo importan los hijos propios, cuando antes importaban los ajenos también. Es impresionante ver cuántos niños hay en las calles, niños pobres; niños que no pueden ir a la escuela o van a recibir clases con el estómago vacío. Los niños viven en constante peligro.

Nadie debería de pedir a otro país lo que no puede cumplir en el suyo, está fuera  de toda lógica en la relación entre Estados.