El pasado
23 de septiembre de 2015, el Consejo de la Judicatura y de la Carrera Judicial,
órgano del que dependen todos los jueces de Honduras, determinó destituir de su
cargo a la abogada Nelly Lizeth Martínez Martínez, a la fecha Jueza de Letras Penal de la Sección Judicial
de Tegucigalpa, departamento de Francisco Morazán. Arguyen que la jueza
acometió la falta de dilación de un proceso penal que le fue asignado.
El caso
no es cualquiera, es una causa contra Enrique Flores Lanza, ex ministro de la
Presidencia de Honduras en la administración de José Manuel Zelaya (2006 2010).
Este fue el periodo presidencial interrumpido abruptamente el 28 de junio de
2009 mediante un golpe de Estado. Flores Lanza era un hombre clave en esa
administración, muchas de las decisiones trascendentales eran tomadas por él.
Pues a
este señor de profesión abogado y muy ligado a los círculos del poder en
Honduras se le acusa de haber extraído del Banco Central de Honduras (BCH) más
de 40 millones de lempiras para financiar un proceso de consulta nacional. El
delito fue tipificado como Malversación de Caudales Públicos en perjuicio de la
administración pública.
Entrando
a lo de Consulta Nacional, el gobierno de Zelaya quería preguntarle a los
hondureños SI querían o NO, en las siguientes elecciones generales una cuarta
urna para votar la convocatoria SI o NO de una Asamblea Constituyente. Este
conflicto POLITICO dividió a Honduras y la metioo en una profunda crisis de la
cual no se ha salido.
A ese proceso
fallido de consulta, se le denominó sin más, Cuarta Urna, mientras que al escándalo
de la extracción de los millones, Carretillazo por la forma en que ese dinero salió
del BCH, en carreta.
Pasados 6
años hay un interés enorme por juzgar a estos señores y es aquí cuando, más o
menos, entra en escena la abogada Martínez, una mujer negra del pueblo
garífuna, nacida en los campos bananeros de la Lima, específicamente en uno muy famoso denominado Tibombo.
Como
antecedente, los primeros puntos de migración para los garífunas eran los
campos bananeros donde trabajaban como jornaleros. De ahí que no es extraño que
la familia Martínez llegara a esa zona. La mamá de la abogada Martínez hizo
todo por educarla y prepararla ya que su esposo, padre de la abogada, falleció
cuando esta tenía sólo 17 años.
El 17
junio de 2015 pasado el Consejo de la Judicatura decide SUSPENDER a la abogada
Martínez y, como reitero SEPARADA de su cargo el 24 de septiembre. A la
acusación de retardo en el proceso ella se defiende y señala que no lo tuvo
asignado 5 años como la acusan sino unos días, de tal manera que defiende su
inocencia y se considera víctima de una injusticia.
En estos
días que anda defendiendo su honor en la prensa, Martínez ha revelado algunas
de sus peripecias como Jueza: en primer lugar no tienen motorista, muchas veces
salió de un juicio en la madrugada para tomar en taxi, cuando su vehículo que
hoy tiene 19 años de antigüedad está en reparación.
Para
afinar sus ingresos mensuales, la abogada Nelly Martínez vende comida los fines
de semana, haciendo gala de su capacidad de trabajo y además tiene excelente
gusto para cocinar. Ella misma aparece en los mercados populares para comprar
los ingredientes. Con todo esto, no está demás decir que vive en una casa de un
pasillo de la populosa colonia Kennedy.
Conozco a
la abogada a Martínez y he comprado su comida. Ciertamente me extrañaba ver a una
jueza vendiendo comida con sus propias manos, ¿Cómo es eso decía? Luego de
conocerla aunque sea de lejos me he dado
cuenta que Martínez además de su
don de servicio, le encanta cocinar y agrego, si encima necesita dinero, pues
ni cosa mejor.
En este
2015 cumple 22 años de ser jueza.
Me parece
una mujer transparente. Guardo recuerdo de ella porque cuando murió nuestro muy
recordado Natividad Mena, líder de mi comunidad, la abogada Nelly, como yo,
fuimos de los primeros en llegar al Hospital. También nos saludamos en el
velorio de otro grande, el escritor Salvador Suazo. Pese a que su cargo daba
para creerse la gran cosa, Martínez, no perdió el piso. No dio la espalda a su
pueblo. Siguió con su humildad de siempre y mantuvo su amor a la cultura
garífuna.
Me
pregunto si un juez corrupto viviría como Nelly Martínez. Me pregunto si un
juez incapaz se mantendría en un trabajo por 22 años consecutivos.
El 28 de
septiembre de 2015, el lunes recién, Nelly Martínez presentó ante el Consejo de
Judicatura un recurso de reposición y parece tener la razón. La justicia no
debe ser capricho de nadie y mucho menos debe impartirse de manera antojadiza.
¿Dilación?
parece muy débil el motivo y de paso, la abogada lo desarticula fácilmente en
su recurso de reposición. Pensaba que los
jueces eran libres e independientes y que su trabajo era aplicar justicia sin
presiones.
Algunos
rumoran que a la Jueza Martínez la separan precisamente porque es una funcionaria
limpia. La tesis de su pulcritud en el ejercicio profesional es creíble, pues
tiene su propia vida para demostrarlo y, además ha dado la cara en los medios.
Conozco que los abogados pueden defenderse aunque sean culpables, pero para eso
están las pruebas.
La perspectiva
que tengo de este asunto es que la injusticia grosera contra Martínez, es la
aplicación del dicho popular “tanto tenés, tanto valés”o “al perro más flaco es
que se le pegan las pulgas”. ¿Qué hubiera pasado si en vez de Martínez, ella tuviera
uno de esos apellidos rimbombantes de Honduras? ¿Si anduviera montada en un
carro de lujo? ¿Qué hubiera pasado si sus familiares fueran empresarios
miembros del Consejo Hondureño de la Empresa Privada? O, fuera dueña de medios
de comunicación?
En nuestro
ámbito la honestidad, la transparencia, la moralidad se castiga y se premia la
corrupción, la deshonestidad y la inmoralidad. En nuestro medio se les
llama“brutos”a los que son honestos e “inteligentes” a los corruptos.
Reciento
la falta de protesta y movilización que
tiene el pueblo garífuna. Deberíamos todos acuerpar a Martínez. No es
posible que dejemos a la abogada sola, aquí quiero reconocer el acompañamiento
y abogacía ejercida por Céleo Álvarez Casildo que se levantó de su lecho de
enfermo para levantar la voz por Nelly Martínez. Ha hecho una defensa heroica de la abogada. Necesitamos
más Céleos. Más personas que enfrenten esta y todas las injusticias. Es tiempo
de unirse o pronto vendrán por ti.
NOTA:
La jueza Martínez fue restituida en su cargo el 12 de octubre de 2015. Llegó, luchó y venció.