Acabo de almorzarme un documental sobre la decadencia de la educación en los Estados Unidos y está referido explícitamente a las poblaciones marginadas, para más detalles, afroamericanos e hispanos. Este documental me cuenta que la educación pública en el todo poderoso Estados Unidos es un desastre y que en las escuelas en vez de educación enseñan fracasos. Ahí se llevan de encuentro a maestros y pronostica lo que será Estados Unidos una vez que esta generación llegue a su edad de mandar.
El documental tiene un súper título: “Esperando a Superman”. Plantea lo duro que resulta para una familia escoger escuela para sus niños y por más que le demos lo que nunca tuvimos y que tengamos fe en la educación, el futuro de ellos están en manos de la suerte, es decir: ganarse la lotto, convertirse en una estrella deportiva o un gran artista.
Algunos maestros, dice el documental, resultan ser grandes estafadores. Obtienen la plaza y ya no les vuelve a interesar la educación. Llegan al aula a dormir. Esta misma queja presentó el actor Dany Glover en una entrevista con Telesur.
Lo que pasa en las escuelas públicas de Estados Unidos, en Honduras se multiplica por millares. Nuestra niñez está siendo víctima de un sistema de educación inexistente. Las escuelas pasan más tiempo cerradas que en clases. Las diferencias entre el gobierno y el magisterio tienen a los cipotes (niños) “nockaut” y en esta vorágine de maldad, los que resultan peores dañados son nuestros niños garífunas.
Los especialistas consideran que en nuestro país, tenemos la peor educación de Centroamerica. Y eso que es aquí donde más se invierte en educación. Ningún país en Centroamerica invierte tanto en su sistema de educacion Pública como Honduras, pero el producto es al reves. Pero eso no es todo ,el sistema educativo hondureño presenta un retraso de 100 años respecto de Panamá y Costa Rica.
Deberíamos todos intervenir en la educación en las comunidades garífunas, igual que lo ofrece en Estados Unidos el documental. Se hace necesario, botar a los malos maestros. Necesitamos que en nuestras escuelas trabajen gente que le importen los niños y que estos estén dispuestos a abandonar las diferencias por el bien de los niños.
Arreglar la educación pública en Honduras se me antoja imposible. El Congreso Nacional está elaborando una nueva Ley de Educación, pero la guerra entre magisterio y gobierno es un hilo interminable, de tal manera que, Patronatos, Organizaciones Civiles, ONGs, Iglesias, Clubes Deportivos, debemos hacer una cruzada por la educación de nuestros. Debemos crear escuelas alternas. Es triste ver un niño cuando ya han pasado tres días de huelga y eso pasa aquí, lamentablemente con mucha regularidad. Pues sencillamente que los maestros continuen con su lucha y nosotros a buscar una alternativa para los niños se eduquen.