Kenny Castillo Fernández junto al poeta Roberto Sosa el pasado 15 de abril |
Si antes en Honduras éramos débiles en cultura, hoy somos menos. Ha muerto el poeta Roberto Sosa.
Mucho antes de saber quién era, yo ya tenía un especial cariño por el Poeta Roberto Sosa. Un hombre que con gran humildad y don de gente incursionó en las más altas esferas de la literatura internacional.
Tuve tres oportunidades de tomarme una foto con él y en dos veces me quedé perplejo admirándole, observándole. La tercera vez, no espere un tan solo instante y le dije “me permite una foto con Usted poeta” y él me contestó: “Sí, como no”... Estaba nada más y nada menos que junto al gran poeta Roberto Sosa... No me lo podía creer, una foto con Roberto Sosa.
El señor Sosa es lo más grande que tenemos en el mundo de las letras, se ha hecho acreedor de grandes premios, como el Adonais de España y un sin fin de reconocimientos nacionales.
Como en Honduras, las cosas son al revés; los grandes viven como pequeños, mientras pequeños viven como grandes, el poeta Sosa llevaba una vida modesta, inclusive, el Congreso Nacional, le estaba dando una pensión vitalicia de 20 mil lempiras (Unos mil doscientos dólares).
Además el poeta estaba trabajando en una obra sobre la institución en que laboro, donde fue recibido con respeto y admiración por nuestro ministro Luis Green Morales.
Los poemas de don Roberto fueron traducidos a varios idiomas; ruso e italiano, para mostrar un ejemplo y muchos de ellos sirvieron para famosas canciones que entonan la intelectualidad hondureña.
Descanse en paz, Poeta