Grupo de parteras indigenas y afrohondurenas |
Aquella persona que sabe es estar lejos de un hospital, en un lugar donde
probablemente no haya energía eléctrica, ni ambulancias. Donde escasea el
dinero, donde a veces las embarazadas no
pueden ir a control. Donde no hay siquiera un médico para auxiliar, esa persona
si sabe el papel de las parteras.
Veinte mujeres, parteras se encuentran en
Tegucigalpa para un encuentro de intercambio de experiencias. Es la
primera vez que se lleva a cabo un acontecimiento de esta naturaleza con el
auspicio del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y ONUMUJERES,
con el aval de SEDINAFROH y participación de la Secretaría de Salud.
En el Encuentro también está doña Marta González del pueblo Maya Chorti,
ella tuvo 14 hijos, sólo en el primer parto requirió comadrona, el resto los
trajo ella sola. González asegura que con sólo tocar la mollera de una
embarazada se entera si dará a luz muy pronto, muchas veces cuando ni siquiera
la misma parturienta se da cuenta.
En primer plano Juliana Cordova de la comunidad garifuna de Corozal |
Entretanto, la doctora Flor María Matute, Oficial Nacional de Programas de
UNFPA, asevera que estas mujeres hacen un trabajo social muy importante en el
combate de la mortalidad materno infantil, por lo que es necesario darle toda
la importancia, en los últimos años se ha ido reduciendo, dice, pero es
importante seguir proveyéndolas de más conocimientos”.
El encuentro, de un solo día, resultó una autentica cita de saberes,
conocimientos ancestrales y experiencias sobre el tema, incluyendo anécdotas
tristes como el que contó Illen Wood de Roatán, según ella una mujer de
su zona y que no mostraba signos de embarazo, menstruaba regularmente, perdió a
su vástago al introducírsele al inodoro donde había ido solo para orinar. Su
sorpresa fue mayúscula pues estaba dando a luz y no siendo suficiente en el
acto perdió a su cría.