domingo, 31 de julio de 2011

Honduras: La desgracia de las eólicas

Una turbina para generar energía eólica.
Cuando vas entrando a Santa Ana, Francisco Morazán, solo unos minutos al sur de Tegucigalpa, te llenas de emoción al ver las torres de generación de energía eólica. Parece que estuvieras en otro país. !!!Qué bonito!!!  Altas e imponentes columnas con aquellas hélices en la cúspide. Esas torres inspiran, desarrollo y huelen a porvenir… pero basta con hablar con los pobladores para darse cuenta de la desgracia de las eólicas.

Santa Ana está enclavada justo en un sitio de mala fama y es así, únicamente porque fue en esa zona donde se produjo el famoso accidente de avión Tan Sahsa el 21 de octubre de 1989 con saldo de 158 personas muertas y 10 sobrevivientes. Aquello es lo peor en materia de aviación que ha vivido Honduras.

También fue ahí mismo, donde el pasado 14 de febrero un avión de la Central American Airways se vino a pique dejando hasta ahí la vida de 14 personas que viajaban a Tegucigalpa. Expertos aseguran que la coincidencia en estos accidentes es el exceso de viento, precisamente el factor que se aprovechará para producir la energía eólica.

Se van a instalar 51 torres para producir 110 megas. Eso es bueno. Pero aquí viene lo malo. Esas torres están ubicadas encima de terrenos de gran importancia antropológica. Se supone que ahí reinaron los Lencas. Además hay un claro ataque a la flora y la fauna. Carlos Palacios, un amigo historiador, acredita que se han encontrado vestigios, mientras cavan. Eso sí que es un desastre.


La dueña de este desastre humano y ambiental es la empresa Mesoamerica Honduras, filial de Mesoamerica Energy. En otros lados han respetado el ambiente y a las personas, pero aquí no, gracias a la debilidad del gobierno. Quien está detrás es el mismo que drenó los fondos del Gobierno con la energía térmica. Este tipo  al que no se le puede llamar humano, es culpable de mucha infelicidad general en Honduras.

Los santanecos están furiosos, pero mucho antes de que pudieran protestar, ya habían construido las torres. No hayan donde acudir y planean demandas nacionales e internacionales. Esto es una barbaridad. Para empezar, los vecinos ya no puede ni dormir porque las maquinarias molestan las 24 horas del día.

Exim Bank; el Banco Centroamericano de Integración Económica  (BCIE) y la Agencia Financiera de Alemania KFW, financian este desastre, es decir, utilizan el dinero de unos para desgraciar a otros. Conste, como los vecinos, yo estoy de acuerdo con el desarrollo y con la produccion de energía limpia,  lo que reclamo es un poco de respeto por la gente que vive en el sector y por el ambiente. Presumo que esa gente, a la larga, se va a tener que ir de allí, lo mismo que los animalitos del sector.