Foto de Diario El Heraldo |
Vaya historia la que soltó un hondureño. Triste y alicaído en una esquina del Hospital Escuela, el principal centro hospitalario de Honduras, narró lo que se supone es su mayor desgracia: Dentro de un bus fue interceptado por unos asaltantes, que al no encontrarle nada, resolvieron en represalia morderle el pene. Por esa mala jugada de la vida, todo parece indicar que perderá su miembro viril.
Después de la desgracia, el hombre resolvió quedarse mudo en su casa, pero debió salir al ver que su situación se agravaba. Probablemente se auto medicó y lo que logró fue matar las fibras de su miembro, al llegar al Hospital su increíble caso saltó a luz pública contada por él mismo.
Necesitado de noticias interesantes, los medios de prensa, no dudaron en difundir la noticia. Lo mismo hicieron las radios, pero nadie le ha dado seguimiento.
¿Quién le cree a este individuo? ¿Usted le cree?
En caso que fuera verdad, nuestro país saltaría a la palestra por haber iniciado a una nueva “raza” de asaltantes que bien pudiera llamarse “los comepenes”, lo que en todo caso sería el acabose para estos sujetos ya de por si desprestigiados. Aquí todo es probable, por algo en el populacho se dice que "los zopilotes disparan a las escopetas" y "los submarinos chocan con las bicicletas".
En lo personal no le creo a este sujeto y más bien considero que de tras de su versión, esconde algún agravio en contra de otras personas, a lo mejor estemos hablando de alguien con prácticas terribles, pero eso es muy problema de él, de lo que no gozará es que le creamos todos.
Contaba un amigo que a su hermano también lo interceptaron unos asaltantes, igualmente no tenía nada, entonces los antisociales se les ocurrió una idea: “tirémoslo del puente”, esa amenaza hizo que el asaltado sacara un billete de 50 lempiras que estaban de bajo de su faja y así salvó su vida.
Si su victima no anda dinero u otra cosa de valor, lo común en Honduras es que los asaltantes baleen a su víctima y punto, grosero decirlo, pero es así, de esto sobran los testimonios. Pero no está demás tomar el ejemplo de este sujeto, ya ven ustedes, antes, se dejaba el dinerito en casa para protección, pero ahora hay que pensarlo bien.