Esta es la historia de cómo ocurrió el ataque en el que soldados navales mataron a un joven garífuna en la barra de Iriona, Colón. Otro joven herido en el acto murió 24 horas después en el Hospital Atlántida de La Ceiba.
Kenny
Castillo Fernández
Investigador
Independiente
Migración
y Dispersión de la Población Garífuna en la Última Década
En estos carros se conducían los afectados aquella madrugada |
Transcurrido hoy un mes del ataque en que militares navales del
Segundo Batallón de Infantería Marina con sede en Puerto Castilla, asesinaron a
un joven garífuna en la playa de Iriona y otro que murió 24 horas después
resultado del mismo acto, surgen revelaciones de la forma en que se produjeron los
hechos.
Luego
de la embestida los militares se acercaron al sitio y procedieron a recoger las
balas, algo que lograron a medias, porque habitantes de la comunidad acreditan haberse quedado con
más de 100 proyectiles. Entre tanto, los afectados estaban seguros que pudieron
haber sido ajusticiados, todos, de no haber sido por la rápida llegada de la
Policía Nacional. En total 17 vidas.
A
eso de las 2 de la madrugada del día 27 de diciembre de 2015, en Pueblo Nuevo,
jurisdicción de municipio de Juan Francisco Bulnes, Jostin Palacios iniciaba su
trabajo de rutina como motorista sin saber que estaba en las últimas horas de
su vida. Más tarde, dos horas y media después, como a las 4 y 30 moría, sin
saber por qué.
Ese
viaje lo había hecho cientos de veces: Emprendía el rumbo con destino a Tocoa
al mando de un Mazda Pick-Up 4x4, color azul, transportando 7 pasajeros. A
Tocoa llegaba alrededor de las 7 de la mañana y regresaba a su comunidad alrededor
de mediodía.
Cruce de la barra |
En
esa parte de Colón, no existen rutas de transporte como lo conocemos acá, los
traslados se hacen en pick up de doble tracción que se conducen por la playa,
deben cruzar una barra o pasar con todo y carro en balsas pero en ese momento,
por la hora, los encargados de la balsa en Iriona no estaban. Por cierto, los
pobladores llevan muchos años reclamando al Gobierno la construcción de un
puente. No ha habido respuesta.
Los
pasajeros iban tranquilos, felices por las fiestas navideñas, se sostenían en
la orilla del carro y platicaban mientras contemplaban la naturaleza
aprovechando la claridad de la madrugada. A veces los viajes no tienen
contratiempos, pero otras veces sí, como esta vez.
Al
llegar a la barra el primer vehículo se atascó, se metió por una zona de arena
movediza y perdió adherencia. Como les manda la costumbre, para sacar el carro
esperaron la llegada de otros dos vehículos, del mismo tipo y trabajo. Los
afectados suponen que los militares estaban viendo todo, desde el inicio.
Armas decomisadas |
Impacto de las balas |
Los
militares en vez de acercarse a ayudar lo que dieron fueron balas. Los viajeros estaban absortos en su trabajo de
sacar el carro y reanudar su marcha cuando inició el ataque. De sorpresa y sin
mediar palabras, las balas comenzaron a llover. El sonido de los disparos
quebró el silencio y se vinieron minutos de terror: "Al suelo, al
suelo" atinó a gritar alguien. Parte de los disparos de fusil M-16 dieron
en Jostin Palacios de apenas 24 años quien cayó fulminado sobre la arena a la
par de su vehículo.
Era
un ametrallamiento, los proyectiles que impactaban sobre el carro se escuchaban
en los oídos. El sonido de los disparos era horrible e interminable. Había
confusión, pánico, llanto y susto. ¿Por
qué los militares habrían de atacar a gente desarmada? ¿Es esa la primera
opción, acaso no es capturar? ¿Por qué?, ¿Por qué? Y miles de ¿Por qué? Daban vueltas
en la cabeza de los agredidos en aquél interminable momento de zozobra.
Como
en la playa había un desnivel algunos lograron resguardarse fuera de la vista
de los que disparaban, otros se tiraron al mar, otros quedaron rígidos dentro
de la paila del carro, unos corrieron y sólo la divina providencia les salvó de
lo peor.
Invocando
a Dios, esperaron con fe que el lance terminara.
En
un lapso de silencio una de las mujeres que viajaba junto a su niño, levantó a
su hijo de meses y gritó en dirección a dónde venían las balas, "mátenme
con mi hijo", fue así como paró la refriega. Los dos jóvenes fallecidos
estaban justo al frente, en el camino de las balas. Cuando quedó el silencio, tres
de los militares se vinieron caminando y apuntando hacía el carro de las
víctimas, el resto del grupo militar quedó parapetado con sus fusiles en
posición de ataque.
Luego
una pasajera logró llamar a Iriona, gracias a eso, llegó una patrulla de la
Policía Nacional, los policías con solo ver cómo estaba todo, pudieron darse
cuenta de lo ocurrido y se pusieron del lado de la población, esto resulta
vital puesto que los pasajeros consideran que de no haber llegado la Policía,
los militares pudieron haber terminado con la vida de 17 personas, total de vidas
que venían en los 3 carros.
Listado de personas afectadas |
A
todo esto en Iriona ya la noticia esparcido. Todo un pueblo estaba indignado.
Poco a poco fueron llegando al lugar de los hechos. Se temía un enfrentamiento.
Cuando hubo relativa calma el cuerpo de Palacios fue llevado a su lugar de
origen, San José de la Punta. La comunidad muy indignada, no permitió que le
hicieran el formal levantamiento y el resto de la actividad pericial,
precisamente por ello el 26 de enero –ayer- el Ministerio Público procedió a la
exhumación de su cuerpo para la respectiva pesquisa forense.
Comunicado de las FF. AA. |
Al
difundirse la información de que militares habían ametrallado a garífunas, las
Fuerzas Armadas de Honduras (FF. AA.) emitieron un comunicado falseando lo
ocurrido. Dijeron que se había producido un enfrentamiento. Esa tesis quedó,
desde los primeros minutos, desmontada, puesto que nunca presentaron ni
capturados, ni confiscación de armas. A los pocos días la propia FF. AA.
presentaron a los autores del hecho; 10 navales jóvenes.
Elvis
García de 19 años, muerto 24 horas después del ataque en el Hospital Atlántida
de La Ceiba, alargó su tiempo de vida por la vitalidad de su juventud,
inclusive llegó consiente a ese centro y hasta hablaba. Uno de los médicos que
lo atendió, indicó que el disparo le habría dañado órganos vitales y que la
muerte era inminente. Si lograba vivir sería un vegetal.
Elvis García llegó conciente al Hospital |
Murió unas 15 horas después |
¿Con
qué argumentaron los navales el ataque? Volvemos a la primera coartada de las
FF.AA: hubo un enfrentamiento. En el sitio de los hechos los inculpados también
argumentaron una confusión –asumieron que eran narcotraficantes- y hasta
llegaron pensaron, según ellos, que los
carros eran lanchas. Ojo que los carros tenían las luces intermitentes
activadas, ninguna lancha tiene luces así.
Protestas en Iriona |
El
lunes 28 de diciembre enardecidos habitantes de Iriona protagonizaron una
protesta con el pabellón nacional a la cabeza, exigían la desmilitarización de
la zona. En el marco de esa manifestación se produjo la quema de una patrulla.
El
5 de enero pasado el Ministerio Público informó sobre el formal auto de prisión
sobre los diez navales y que fueron encarcelados, no en una cárcel normal, sino
en el mismo Batallón donde cursan su carrera militar.
Los navales involucrados |
Pero
no sólo con los fallecidos hay que hacer justicia ¿Quién reparará los
perjuicios a los sobrevivientes del ataque? ¿Los daños a la propiedad? ¿El
intento de matar a los otros? ¿Agresión agravada? ¿Las pérdidas económicas
resultantes del acto? ¿Violación a los derechos humanos? ¿Quién pagará por la premeditación
de mentir al público y a la Justicia?
El 28 de diciembre de 2015 la Organización Fraternal Negra de Honduras (OFRANEH) exigió, en un comunicado público, una investigación
exhaustiva sobre los hechos acontecidos, y que los militares no continúen
gozando de la impunidad que han mantenido hasta la fecha. El 5 de enero de
2016 la OFRANEH exige la desmilitarización, una intervención judicial efectiva
para desmantelar las estructuras políticas y económicas de los narcos, así
mismo que cese el hostigamiento a los líderes garífunas.
La Organización de Desarrollo Étnico Comunitario (ODECO),
también exigió justicia, al igual que varios Patronatos de comunidades garífunas.
El 29 de diciembre de 2015 la Plataforma de los Movimientos Sociales y
Populares de Honduras-PMSPH, condena enérgicamente el
asesinato de los jóvenes garífunas y exigió el esclarecimiento del suceso.