Dr. Sebi foto de http://www.trueactivist.com |
A sus 83 años lo mantenían encarcelado por un dinero que era de él. Tenían que haberle dado casa por cárcel. Luego se enfermó y ni así lo sacaron. Hoy se murió y se quedaron con su dinero
Tegucigalpa, Honduras 8 de agosto de 2016. El Dr. Sebi o Alfredo Bowman su verdadero nombre, nació en Ilanga, una
aldea de Trujillo, Colón el 26 de noviembre de 1933. Creció con su abuela de
quien heredó su vocación por las plantas medicinales. Posteriormente emigró a
los Estados Unidos donde se inició en la curación naturista. Estudió en Europa,
África, el Caribe. Se hizo un especialista y su fama se esparció por el mundo
como el hombre que curaba el SIDA.
Era un hombre universalmente conocido, constantemente daba
conferencias en varias universidades del mundo. Se movía muy frecuentemente a
atender sus clientes, muchos de ellos reconocidos como el icono del pop mundial
Michael Jackson. La fallecida artista estadounidense Lisa López, “left eye”
murió el 30 de noviembre de 2002 en un accidente de tráfico en la
carretera que conduce de La Ceiba al
departamento de Colón, venía de Villa Usha, la clínica del Dr. Sebi.
El 28 de mayo pasado el Dr. Sebi y un amigo llamado Pablo
Gamboa de nacionalidad estadounidense, llegaron a Roatán en un vuelo de
American Airlines procedente de los Estados Unidos. Al pasar por el puerto de
aduanas del aeropuerto Juan Manuel
Gálvez, reportaron que traían 50 mil dólares de los cuales no pudieron
probar su procedencia lícita, dice una nota de Diario La Tribuna.
Ahí mismo le esperaba una avioneta para su traslado a La
Ceiba, pero fue detenido. El 3 de junio le dictaron auto de formal
procesamiento. Con el correr de los días su salud, a sus 83 años se deterioró.
Algunos ceibeños alertaron en la red social Facebook sobre el padecimiento del
Dr. Sebi, pero las autoridades ignoraron el pedido auxilio.
Dr Sebi hablando con Rock Newman en su programa |
Es notoria la parcialidad con que se imparte la justicia en
Honduras, desde el año pasado se debate en
los Tribunales el caso de la estafa continuada que asciende a más de 7
mil millones de lempiras del Seguro Social. Los protagonistas son políticos y
empresario de la capital, estos sí han tenido medidas sustitutivas, por ejemplo
casa por cárcel o han tenido auxilio médico con la celeridad que se le negó
al octogenario Dr. Sebi, un hombre que
no robó, ni mató a nadie.
Además que por su edad no podía quedar preso sino concederle
alguna medida sustitutiva, contra el Dr. Sebi no hubo ningún reclamo, ni
denuncia ni en Estados Unidos ni en Honduras, significa que el dinero era de su
propiedad.
A falta de la parte oficial y del informe del Hospital, se supone que Dr. Sebi fue trasladado del presidio de Barrio Inglés al Hospital Dantoni. Unos señalan que ya iba muerto. Serán las autoridades quienes dirán cómo ocurrió todo. Es lo de menos, pero probablemente también informen sobre el dinero.
A falta de la parte oficial y del informe del Hospital, se supone que Dr. Sebi fue trasladado del presidio de Barrio Inglés al Hospital Dantoni. Unos señalan que ya iba muerto. Serán las autoridades quienes dirán cómo ocurrió todo. Es lo de menos, pero probablemente también informen sobre el dinero.
Para qué lo tenían preso: 83 años y enfermo, surge la duda: Será que le querían sacar dinero? o es que los operadores de justicia no conocen la ley ?
Miles de ciudadanos que tienen problemas con la justicia se
les permite ir a firmar los libros para comprobar que se mantienen en la
ciudad, pero al Dr. Sebi no se le dio este beneficio.
Es obvio que la estirpe del Dr. Sebi no le permite gozar de
ciertos favores de la justicia hondureña: en primer lugar es negro, en segundo
es exitoso, una combinación que no perdonan los racistas. Y tercero, quizá lo principal: con esta
justicia corrupta, cómo le iban a devolver su dinero?
Pero de esta responsabilidad tampoco escapan los organismos
de derechos humanos que no hicieron el correspondiente reclamo por el Dr. Sebi,
ni nosotros los negros de Honduras que no demandamos su liberación. Se calló la
iglesia, los médicos, nos callamos todos. A este buen hombre lo dejamos solo.
El dirigente Garífuna Horacio Martínez Cálix, ex presidente
de la Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH y por ende un hombre muy
bien informado, acredita también que el Dr. Sebi sufrió persecución por parte
del Colegio Médico. La feroz industria farmacéutica de los Estados Unidos también anduvo tras él.
El Dr. Sebi era un hombre bueno para Honduras, se mostraba
preocupado por la salud del pueblo hondureño. Insistía en la buena alimentación. Cierta vez, mientras esperaba a
mi tía en el Aeropuerto Golosón, nos estuvo hablando y uno de sus consejos era
dejar la yuca. Ahí mismo nos invitó a Villa Usha, su atención sería gratis, como lo hizo con
cientos de personas.
Lo otro es que fue el primer negro que vi en un carro de
alta gama en La Ceiba, un gigantesco Land Cruiser. Eran mis días de colegio, esa imagen fue
importante para mi generación, empezamos a creer que era posible vencer
la pobreza como aquél hombre alto y flaco, de corazón y alma negra como nosotros.