martes, 1 de julio de 2014

La petición que le hicieron los Presidentes de Centroamérica al Presidente Barack Obama



Niña hondureña
Tegucigalpa, Honduras 30 de junio de 2014.- Los presidentes de Centroamérica y de República Dominicana, han solicitado al Gobierno de Estados Unidos dar un trato humanitario a los niños inmigrantes que ingresan a su país por la frontera del sur y que proceden de México, Honduras, El Salvador y Guatemala. Me parece bien, lo único que encuentro es que están pidiendo allá lo que no pueden cumplir aquí. Lo primero que debieran hacer es dispensar aquí a sus compatriotas un trato igual al que le piden a Estados Unidos.

Lo que refiere la petición de los altos dignatarios centroamericanos es que Estados Unidos trata como animales a los nuestros que llegan a sus fronteras. No lo sabía. Lo que sí sabía es que la cantidad de personas que ingresan allá ha superado las capacidades del gobierno estadounidense.

Al parecer no se dan cuenta los Presidentes que el problema es que la gente se va porque aquí no están bien, por lo tanto es un problema nuestro más que de los Estados Unidos. El país no le está proporcionando ni siquiera lo básico a sus ciudadanos. Que ellos se vayan es el efecto de la mala situación en que viven aquí, por lo que consecuente con la “crisis humanitaria” declarada en la frontera méxico-estadounidense, aquí en Honduras debería de declararse “crisis en la niñez”.

De nada ha servido adoptar los Derechos del Niño, la Ley de Paternidad Irresponsable; que haya una Fiscalía de la Niñez y  también podemos establecer que ha fracasado el Bono Diez mil, el programa de gobierno que ayuda a miles de madres en problemas.

En el mismo marco en que se planteó la petición al gobierno de Estados Unidos, el presidente de Honduras anunció la Conferencia Internacional sobre Niños Migrantes para el 17 y 18 de julio aquí en Tegucigalpa, hubiera sido bueno que antes de eso celebraran un encuentro nacional de niños migrantes para obtener datos, se ve desde lejos que el gobierno desconoce el tema, ni siquiera datos tiene; quienes proporciona datos son los estadounidenses.

Han estrenado aquii una campaña radial y televisiva para desanimar a la gente a irse para Estados Unidos, pero deberían traducirlas al garífuna y también dirigirlas hacia la población de hondureños que viven en los Estados Unidos que son los que pagan los coyotes. La campaña mediática debe enfocarse, por igual, a estos dos grandes conglomerados los de aquí y a los hondureños allá.

Se ha creado una Fuerza de Tarea del Niño Migrante, pero poco se sabe de sus objetivos y responsabilidades. El gobierno también anunció la cancelación de la Dirección de Migración por considerar que algunos de sus empleados están involucrados en la trata de personas.  En adición a lo anterior hay una intervención investigativa al Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia, considerada también una institución corrupta. Creo que es bueno intervenir estas instituciones debido a que sacar de Honduras a un niño es lo más fácil.

Esta es una crítica que repito desde el 2007 cuando salí con mis hijos con destino a Londres. Al regresar tres meses después, nadie me preguntó por ellos. Así cuida este país a sus niños,  pensaba y, menos mal que iban conmigo su papa. Ellos quedaron en Europa con su madre. Y aquí al gobierno no le importa que pase con sus ciudadanos.

En vez de pedir  aquello a los Estados Unidos lo que debieran hacer los Presidentes es articular un paquete de medidas para beneficiar a la niñez hondureña, declarar a Honduras un “país de los niños”. Que a los niños de otros países les entren ganas de ser hondureños, que ningún niño, ni sus padres quieran salir de Honduras,  que valga la pena ser niño en Honduras.

Durante el mandato del Presidente Lobo, Honduras fue declarada “Santuario de Tiburones”, vean ustedes como golpean las contradicciones que hay en mi país. Serán que les importa más los tiburones que los niños.

Se me ocurren varias cosas: en el sector transporte, sería bueno regresar a la vieja costumbre de no cobrarle a los niños, sería una motivación;  tratar el asunto del trabajo infantil, mejorar las escuelas y la educación, invertir en deportes para niños; en salud darles buena atención médica, proveer a los niños de una protección jurídico-social, en fin todo lo que conlleve a Honduras a ser el país de los niños.

Debe regresar el amor por los niños, ahora solo importan los hijos propios, cuando antes importaban los ajenos también. Es impresionante ver cuántos niños hay en las calles, niños pobres; niños que no pueden ir a la escuela o van a recibir clases con el estómago vacío. Los niños viven en constante peligro.

Nadie debería de pedir a otro país lo que no puede cumplir en el suyo, está fuera  de toda lógica en la relación entre Estados.