Darío David García |
Darío viajando por los Estados Unidos |
En el 2016 fue distinguido como "Héroe comunitario" por el Embajador de los Estados Unidos James Nealon.
Tegucigalpa, Honduras. Darío Armando Guity, de la comunidad de Corozal siempre quiso y amó trabajar por los jóvenes garífunas por ello se metió por su propia iniciativa. Lo que nunca imaginó es que eso lo llevaría a otros niveles.
Cuando le llegó la noticia que haría una gira por los Estados Unidos, visitando ciudades históricas como Washington, Chicago, Salt Lake y Nueva Orleáns no podía creer, que él hijo de una mujer luchadora, críado en cunas humildes, pudiera ser sujeto de una distinción de tal magnitud.
El lejano Estados Unidos, la tierra prometida para muchos le abría las puertas, sin necesidad de enfrentarse a los "inhumanos" agentes consulares de la Embajada. Sin pagar pasaje, interactuando con líderes de varios países, hospedándose en preciosos hoteles; comida y transporte a la hora. Todo un sueño.
Darío ha vendido pescado junto a su madre, es un joven que conoce la pobreza. Ha vendido pan, como cualquier otro muchacho de nuestras aldeas. Por eso la oportunidad que le ha dado la Agencia Estadounidense para el Desarrollo (USAID), es un mérito enorme, que también transmite la calidad de esa institución.
La idea es visitar diversas organizaciones e instituciones para captar conocimientos y estrategias para aplicarlas en el trabajo con juventud en riesgo social.
Es también un intercambio de experiencia con jóvenes que hacen el mismo trabajo provenientes de Argentina, Bolivia, República Dominica, México, El Salvador, Guatemala, Costa Rica, Uruguay, Paraguay y Honduras.
Darío trabaja con el Centro de Promoción a la Salud y Asistencia Familiar. Ha sido esta organización quien lo ha nominado para este intercambio en los Estados Unidos. "Estoy muy agradecido con mi jefa Leticia Valle fue ella la que me nominó".
Pero eso no es todo, el año pasado Darío participó en una reunión con el Embajador de los Estados Unidos, James Nealon y ahí fue distinguido como "Héroe Comunitario", siempre por su trabajo con los jóvenes.
"Gracias a Dios aquella fue una primera meta, por el desempeño que he puesto en demostrar a la juventud garífuna que cuando se quiere se puede, no hay limitantes cuando se desea apoyar a alguien de forma voluntaria y la mayor recompensa es recibir un gracias y ver que uno puede ser agente de cambio".
El paso ahora es fundar una organización juvenil para contribuir en las demandas que tienen los jóvenes. En ese sector se necesita mucho trabajo, es una etapa clave y es donde muchos se pierden a pesar de contar con grandes talentos.
Con compañeros de beca |
Una vista desde el avión, las montañas de Salt Lake. |