sábado, 3 de diciembre de 2016

La curiosidad que tenía el comandante Fidel Castro por el pueblo garífuna


El comandante Fidel Castro y  el estudiante de medicina de Luther Castillo Harry
en la ELAM en 1999

Cierta vez preguntó cuánto se tardaba la lancha entre Batalla y Plaplaya. Como cualquier parroquiano también le consultaba a Luther Castillo Harry sobre la cultura garífuna.


Tegucigalpa Honduras 2 de diciembre de 2016.- El cortejo fúnebre de kilométricas filas por toda Cuba, representa la opinión del pueblo sobre Fidel Castro. ¿A quién más se le podría tributar algo así?, solamente a él, a quien BBC mundo consideró esta semana como el político más astuto del Siglo XX.

Es más, las obras de Castro trascendieron las fronteras, miles de kilómetros lejos de su patria, uno de sus beneficiarios es el pueblo garífuna. Luther Castillo Harry, escribió para kennycastillo.blogspot.com sobre las veces que se sentó y compartió con el comandante.

“Los encuentros con él fueron múltiples. La primera vez que lo vi fue casi una semana después de que llegué, un 17 de marzo de 1999. Estaba en la Biblioteca fue a visitar la Escuela Latinoamericana de Medicina, ELAM, me preguntó de donde era, saludó y todo lo demás”.

“Luego me preguntó si había comido, era una de las preguntas que hacía: qué comieron, cómo estuvo la comida interesado en esos detalles simples, pero significativos para uno”.

“Empecé a participar en la dirigencia de la escuela. Fui elegido, secretaría de cultura (Estudiantes de la ELAM) en los primeros tres meses que estuve, luego como enlace de la rectoría, representando a los estudiantes en los  consejos de dirección”.

“En noviembre de 1999 que sacaron a los médicos cubanos de Honduras, a nosotros nos tocó recibirlos en el aeropuerto de La Habana. Hicieron un casting de quien pudiera hacer el discurso por la parte de los estudiantes porque Fidel iba a estar ahí recibiéndolos”.

“Dijeron que el mío era el más fluido, mejor articulado y me escogieron para darlo, esa fue la segunda vez que lo vi de manera directa. Me pararon en frente, todos los estudiantes estaban ahí en la pista, desde la 5 de la mañana.  Fidel llegó como a las 8, yo estaba parado enfrente cerca del pódium, sólo sentí el sonido de las botas, un hombre enormemente alto, de verde olivo, me puso las manos en el hombro y me dijo; Usted va a hablar y yo le contesté: sí comandante y él me dijo, vamos, dele”.

“Hablé, él aplaudía enmedio del discurso. Cuando terminé él me llamó y me preguntó que quién me escribió el discurso:
-Yo comandante-

Quién te lo escribió, volvió a preguntar,

Yo comandante

Él me dijo: Usted va a ser un tremendo médico, un gran profesional, pero también un gran poeta. Muy lindo el discurso y seguido me dijo, Usted cree que pueda tener tiempo para cenar conmigo esta noche.
Sí comandante, contesté

Entonces llamó al rector y le dice:

-Dice el compañero que puede cenar conmigo esta noche, a ver si usted le puede conceder el permiso- así de manera muy caballerosa.

“Como negarse a una invitación a cenar con el comandante, para mí fue un honor. Esa fue la primera vez que me invitó a cenar al Consejo de Estado, conversamos un montón de temas, estaba interesado en saber quién era yo, de donde era. Empezamos a hablar sobre la historia de los garífunas estaba muy interesado y que cuantas comunidades eran, detalles, que cuantos éramos, cómo estamos conformados, orígenes, cómo era la única cultura negra que  conservaba su lengua, pero no  solo eso, su cultura”.

El comandante empezó hasta a memorizarse a las comunidades garífunas de la Moskitia y al día siguiente me las repitió, las comunidades y las distancia existentes, empezó a decir que si me desplazaba de Batalla para Plaplaya en una lancha de 15 caballos a una velocidad de tanto, cuanto tardaba, o sea ya era física, si no habías hecho esas travesías, tenías que decirle que no lo habías hecho”.


“Participé en las batallas por Elián. Me mandaba a llamar cuando llegaban dignatarios a La Habana, él me tenía un cariño muy especial. Recibía a los dignatarios y también y respondía sobre las preguntas que hacían sobre la ELAM, le enseñé algunas palabras garífunas”.