miércoles, 21 de diciembre de 2011

En Inglaterra prohibido decirnos “negrito”

El delantero uruguayo del Liverpool, Luis Suárez, ha sido sancionado por la Federación Inglesa de Fútbol con ocho partidos y una multa de unos 48, 000 euros por insultos racistas al jugador del Manchester United Patrice Evra.

La noticia ha recorrido el mundo y recordado otros episodios racistas en el fútbol como en el caso famoso del brasileño Grafite que en el 2005 fue protagonista de un episodio similar con un futbolista argentino, llamado Leandro Desabato. A Desabato le fue peor que a Suarez porque fue apresado por 31 horas, policías lo capturaron, en el propio estadio, y lo guardaron en unas rejas.

La Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), rectora del balompié mundial, ha hecho todo para expulsar el racismo de los estadios, esto se les olvida a algunos jugadores como Suarez, pero no porque se les pase por alto, no merecen ser castigados. Venga de donde venga el racismo debe ser castigado, de manera ejemplar para desalentar su práctica.

Los defensores de Suarez alegan que llamar negrito a los Afrodescendientes en Uruguay es una muestra de cariño. Uruguay por cierto es uno de los países donde los negros han sido invisibilidades por siglos y aún trabajan fuertemente por llegar a ser ciudadano con la plenitud de los derechos. Muchos dicen que el Estado uruguayo esconde a sus negros.

En Inglaterra llamar ”negrito” a alguien es permitido sólo si a quien se le habla lo acepta, de lo contrario, es una ofensa racial, discriminación y en consecuencia en muchas partes es un delito. En Latinoamérica sin embargo las costumbres son otras.  Por eso no es casualidad que muchos colegas compatriotas de Suarez lo hayan defendido en perjuicio de Evra.

Quizá Suarez haya aprendido la lección más dura de su vida y a través de él millones de personas sabrán, que no es el color; sea usted amarillo, negro, blanco, rosado, o lo que sea, debe ser tratado por su nombre. En esto no hay debate.