martes, 25 de septiembre de 2012

Como anular a una persona




Por: Ana Cristina Aristizabal Uribe
         Colombia
El peor daño que se le hace a una persona es darle todo.  Quien quiera anular a otro sólo tiene que evitarle el esfuerzo, impedir que trabaje, que proponga, que se enfrente a los problemas (o posibilidades), de cada día. Que tenga que resolver sus dificultades.

Regálele todo: la comida, la diversión y todo lo que pida, así le evitará utilizar todas las potencialidades que tiene, sacar recursos que desconoce y desplegar su creatividad. Quien vive de lo regalado se anula como persona, se vuelve perezosa, anquilosada y como un estanque de agua, que por inactividad pudre el contenido. Aquellos sistemas que por “amor” o demagogia sistemáticamente le regalan todo a la gente, la vuelve más pobre entre los pobres.

Es una de las caras de la miseria humana: carecer de iniciativa, desaprovechar los talentos, potencialidades y capacidades con que están dotadas casi todos los seres humanos.

Quien ha recibido todo regalado se transforma en un indigente,  porque asume la posición de víctima que sólo se queja. Cree que los demás tienen obligación de ponerle todo en la mano, considera una desgracia desarrollarse en un trabajo digno.

Es muy difícil que quien ha recibido todo regalado algún día quiera convertirse en alguien útil para si mismo. Le parece que todos a su alrededor son responsables de hacerle vivir bien y cuando esa “ayuda” no llega, culpa a los demás de su “desgracia”, (No por anularlo como persona sino por no volverle a dar)

Sólo los sistemas  más despóticos impiden que los seres humanos desarrollen toda la potencialidad para vivir, creen estar haciendo bonito, pero es definitivamente estar empleando un arma para anular a las personas. (No quiere decir que la caridad de una ayuda temporal, no sea necesaria en momento especial).

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