miércoles, 12 de agosto de 2009

Pasan 45 días y la resistencia al Golpe de Estado es cada vez más fuerte




Océanos de hondureños en las calles de Tegucigalpa y San Pedro Sula. Se vienen caminando desde todas la direcciones. Mientras en Tegucigalpa se reportaron entradas de personas desde la ciudad de Choluteca, la sultana del Sur; desde Danlí, zona Oriental y el departamento de Olancho; en San Pedro Sula, llegaron procedentes del Occidente y el litoral Atlántico.



Contrario a lo que se podría pensar, la posición de los hondureños sigue siendo el rechazo hacia el gobierno instalado por la fuerza bruta de las clases oligarcas que detestaban al gobernante legítimamente electo, Manuel Zelaya Rosales. La petición pública sigue siendo el de retornar al orden constitucional destruida de manera cavernaria el pasado 28 de junio.



Cada día, más hondureños se dan cuenta de la magnitud del engaño que los personajes responsables del golpe le hicieron al pueblo.


Mientras tanto, en lo medios contrarios al régimen fascista y dictatorial de Micheletti siguen contando, con todos los detalles, las contradicciones generadas alrededor de la captura y posterior deportación de Zelaya.


Pareciera que es cuestión de tiempo. La ingobernabilidad se ha instalado, al pueblo le han despertado la dignidad y, ante el fracaso de la persuasión ahora el aparato estatal se ha llamado a matar y reprimir. No sorprende que Micheletti dirija ese circuito, pues es un hombre que repele la democracia. A esta altura se ha dilapidado todas las instituciones del Estado y lo que se tiene es una organización bien montada para saquear el erario público.


Aunque hoy miércoles 12 de agosto se reportaron incidentes en el centro de Tegucigalpa, el día de ayer se vivió una jornada más de resistencia con resultados lamentables, pero fácil de predecir cuando se desbordan las pasiones se desbordan y aflora el resentimiento tras una larga explotación que los grupos oligarcas han hecho de la cosa público.


Ayer día 11 de agosto, un restaurante de comidas rápidas, Popeye, fue pasto de las llamas. Decir que los hechores fueron personas de la resistencia es demasiado pronto, todos saben que en el grupo de resistencia cívica patriótica se han infiltrado algunos seres con el ánimo de causar disturbios y desnaturalizar la lucha. Lo peor es que nadie confía en los análisis e investigaciones de la Policía.


Además de eso, un bus de la ruta urbana fue incinerado. Esto fue luego que el conductor osara conducir en una actitud amenazante y provocativa en medio de los manifestantes. Aún con todo eso, no aparece el gobierno que convoque y promueva el dialogo, perdón, se me olvidó, hay gobierno.