martes, 29 de diciembre de 2015

Los garífunas, comunidad de paz


Corozal, Honduras 29 de diciembre de 2015.- El 27 de diciembre de 2015 es un día  tristemente inolvidable para la comunidad garifuna de HONDURAS, mientras  unos jóvenes preparaban en San ANTONIO Colón,  la inauguración del 1er CONGRESO de la Juventud Garifuna, a unos kilómetros de ahí, en la playa de Iriona, militares de las FF AA en horas de la madrugada, sin mediar palabras, apagaban la vida de dos de los nuestros con ráfagas de disparos.

Los muchachos trataban de sacar  un vehículo que se había atascado en la arena y en vez de ayudar los militares lo que dieron fueron balas.

A falta de buenos caminos, la gente de la zona se conduce por la playa y en carros pick up. Eso lo sabe bien la gente de las FF AA. Por suerte los pasajeros se habían bajado para permitir que los muchachos sacarán el carro. Pudieron haber sido, no dos sino varios muertos más.

Lo increíble es que horas después del hecho en un comunicado las FF AA argumentaron con dos mentiras: que habían sido atacados a tiros y que los de los pick up no habían atendido el operativo en el que estaban, es decir, escapaban, o cuando menos, siguieron su camino.

Horas después, los propios afectados desmontaban la trama de las FFAA y manifestaron la verdad de los hechos: los militares salieron de una zacatera y deliberadamente empezaron el ataque.

Las mismas FF AA empiezan a desmentirse a sí mismas. No han mostrado ningún decomiso, ni han capturado para fundamentar su tesis. El vocero José Antonio Sánchez ahora dice que hay que esperar el informe final. Al parecer han detenido a 7 militares en relación al crimen. Tambien se les confiscaron sus armas. Mientras tanto seguimos esperando el informe oficial de la institución armada.

Las FF AA deben recuperar su gallardía, su honor y no es mintiendo que lo hará. Deben inmediatamente pedir perdón a nuestra comunidad y emitir la baja deshonrosa de quiénes cometieron el hecho. Deben indemnizar a los familiares y volver al papel que manda la Constitución.

Los garifunas son una comunidad trabajadora, amante de la paz, no somos gente belicista. En las casas garifunas no hay armas. Desde temprana edad los garifunas aprenden a apreciar la vida propia y la agena . Se respeta a los ancianos. Somos una comunidad alegre. Somos cándidos en el trato humano. Nos gusta el baile, vemos con optimismo el futuro. Del garifuna nadie se ríe, el mismo se ríe de sus problemas y busca salir de ellos.

Qué le hemos hechos los GARIFUNAS de Honduras? Somos los narcos? Somos los ladrones que buscan? Somos los corruptos? Los lavadores? Qué?

Este caso me recuerda el testimonio de una señora garifuna víctima de desalojo en la Barra Vieja, Tela, Atlántida. Cuenta el presidente del Patronato de ese sector que la señora al sentir la ferocidad de los policías que hacían el desalojo les dijo Nos echan de la playa y para dónde nos vamos?  La respuesta del policía fue "esperen que el mar se seque para irse a vivir ahí".

martes, 22 de diciembre de 2015

Cómo la FIFA evadía a la justicia y se burlaba de los países



Arte del Universo.com
Tegucigalpa, Honduras 22 de diciembre de 2015.  Tras el descalabro de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), mediante el escandalo conocido como FIFAGATE, son millones de personas en el mundo las que se preguntan cómo pudieron maquinar esa corrupción sin que los estados pudieran percatarse de ello. La realidades es que las andanzas al interior de este organismo sí era conocida por todos los que medianamente anduvieran en el fútbol, pero la FIFA neutralizaba cualquier atisbo de investigación con la amenaza de suspender o sacar del fútbol a los países.

Sin más argumentos que el de la desfachatez, la FIFA prohíbe a sus países afiliados (Federaciones) acudir a instancias externas. Era fácil mantener esa “extorsión” porque el fútbol es el deporte más amado del planeta. Nuestros países habían consentido mantener intocable el fútbol a cambio de ver a sus selecciones actuando en el escenario internacional.

En los artículos 13 y 17 de los Estatutos la FIFA manda que “las asociaciones miembros están obligadas a administrar sus asuntos de forma independiente sin injerencias de terceros”. Y en base a esta norma han castigado a varios países: Perú, Kuwait, Nigeria, Camerún. 

La FIFA cuenta con un total de 209 países afiliados, una membresía superior a la de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que tiene 194 miembros.  La FIFA maneja un océano de dólares. Sus dirigentes son destacados hombres y mujeres en sus países de origen. Estos caballeros viven en la burbuja de la televisión, de las revistas y de los periódicos. Sus eventos son suntuosos y sus fiestas, famosas porque a ellas acuden mujeres que ofrecen servicios varios. Este es el verdadero rostro de la FIFA, sin olvidar el sistema de compra y venta de futbolistas que moviliza millones de dólares. Este mecanismo esclavo ya es cada vez más cuestionado por la Asociación de Futbolistas en Europa que buscan un método más humano y civilizado.

Del FIFAGATE no escapan los seguidores del fútbol, pues ejercen presión sobre sus propios gobiernos para dejar que el fútbol camine con su propio pie, cargando actos de corrupción. Sabemos que de todos los manejos que moran bajo la sombra de FIFA, pocos son limpios, si es que los hay limpios. Esta estafa a gran escala se produjo porque como bien decía el escritor uruguayo Eduardo Galeano, “el fútbol es opio de los pueblos”. 

El presidente de la FIFA Joseph Blatter que acaba de ser suspendido por la Comisión de Ética de la propia FIFA, era tratado como dignatario en los países que visitaba, se reunía con los presidentes anfitriones, gozaba de respeto. Su mundo era de yates, avionetas, helicópteros y de reunirse con los más poderosos del mundo.

En el 2014, Nigeria fue suspendida por el Comité de Urgencia de la FIFA. La suspensión se dio por injerencias gubernamentales y como resultado de ella, ninguna de las selecciones nacionales ni clubes de Nigeria podrán participar en torneos o partidos internacionales durante el tiempo que dure el castigo.  No se les permitió ni siquiera jugar partidos amistosos con el aval de FIFA.

En Ecuador fue abortada la iniciativa de hacer un Canal del Fútbol para impedir castigos internacionales a equipos nacionales y a la selección del Ecuador. Luis Chiriboga, entonces presidente de la Federación Ecuatoriana explicó que si intervenían entidades no relacionadas al deporte, la Federación Internacional de Fútbol Asociado hubiera separado al país de competencias mundiales.

En Perú hace unos meses el ministro del Interior, Daniel Urresti, planteó emprender acciones legales contra la federación, por considerar que sus estatutos invocan las normas de la FIFA sin tener en cuenta la legislación nacional.

Urresti externó  que “No podemos permitir que una institución de Perú decida manejarse por otras leyes internacionales o extranjeras. ¿Ellos son un estado dentro de otro estado? ¿Qué hemos hecho para que este señor (Burga) solo obedezca a reglas internacionales sin que le interese la normatividad nacional?”, cuestionó el ministro, cuenta el Periodico Universal.

El otrora ministro del Interior peruano fue claro en manifestar que prefería un castigo a seguir tolerando que la Federación Peruana pasara por encima de las leyes nacionales.

En Honduras, el ente contralor denominado Tribunal Superior de Cuentas ejecutó auditorías a la Federación de Fútbol y lo que más cuestionaron fue la venta directa de los derechos de transmisión televisiva cuando según las leyes hondureñas correspondía una licitación. Esta recomendación no fue atendida, no se sabe por qué, lo más seguro por la poderosa influencia de los dirigentes catrachos y desde luego de los dueños de la televisora que tiene esos derechos.

Hace unos años, miles de dólares fueron desperdiciados en la compra de un terreno para la construcción de canchas en el sector de Támara. El lote comprado estaba lleno de enormes piedras, nunca se hicieron las canchas y no ocurrió nada, no hubo ninguna acción legal. Por eso y muchas cosas más, no es extraño que 16 de los más influyentes hombres de fútbol de América se hayan visto involucrados en el escándalo de gran escala, con más de 200 millones de dólares en beneficios ilegales.

Honduras tiene también representantes en esta trama, Alfredo Hawit, presidente de la Federación y de la CONCACAF y Rafael Leonardo Callejas, ex presidente de Honduras y de la Federación. Cada cual deberá pagar por su delitos, si resultan culpables . La pena debe ser del tamaño del daño cometido, ojalá que demuestren su inocencia.

Entretanto, la FIFA bajo sus oscuros mecanismos ha impuesto una comisión que tendrá a cargo la FEDERACION, mientras Hawit sea investigado. Días antes la Federación de manera interna y tratando  de impulsar transparencia había nombrado una comisión de notables para ayudar a limpiar el fútbol, pero FIFA no lo admite. Es decir, insiste con su línea de cero injerencias externas. Indudablemente algo esconden.

lunes, 21 de diciembre de 2015

En las cloacas del fútbol



Loretta Lynch. Foto de http://gretawire.foxnewsinsider.com
Hubo un día en el que Lorine Lynch se plantó. En uno de esos viajes de fin de semana, en los que solía acompañar de parroquia en parroquia a su marido, el pastor baptista Lorenzo Lynch, decidió no volver a utilizar los cuartos de baño para personas negras que había en las gasolineras o bares de carretera. “No creo que fuera un momento muy crucial de su vida, simplemente llegó un día en el que lo sintió, vio la situación y dijo: ‘Esto no es justo y no lo voy a hacer más. Esta no es la América en la que creo; en la que quiero criar a mis hijos”, contaría muchos años después, hace pocos meses, la mediana de los tres hijos de los Lynch, que es la mujer que ha removido las cloacas del fútbol mundial y sacado a la luz un sistema corrupto, que presuntamente ha operado durante dos décadas y que alcanza a las más altas instancias de este deporte.
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La fiscal Loretta E. Lynch (Greensboro, Carolina del Norte, 1959) creció en Durham, en un sur de Estados Unidos aún muy lastrado por la segregación, pero le tocó una familia en la que el padre, predicador de cuarta generación y líder de la lucha por los derechos civiles, y su madre, bibliotecaria, esa que desafió las normas racistas, le marcaron a fuego una lección: no hay un camino alternativo a la lucha. Su abuelo, comunero, había dado cobijo a negros que huían de las leyes racistas de la época.

“No hay duda alguna, es muy palpable toda la influencia que sus padres han tenido en su carrera, en sus valores y también en su determinación”, apunta la abogada Jamie Gorelick, que trabajó en los noventa como número dos de Janet Reno, la primera mujer en ocupar en EE UU el puesto de fiscal general, que equivale al de ministro de Justicia. Fue en esa época en la que Gorelick se encontró por primera vez con ella.

La hija del pastor Lynch también rompió su propio techo de cristal el pasado abril al convertirse en la primera afroamericana en ocupar el puesto de fiscal general de EE UU, la segunda mujer después de Reno. Le avalaban una carrera de bajo perfil político que inició en la escuela de Derecho de Harvard, donde se graduó en 1984, y como fiscal de Nueva York; allí asumió casos de corrupción, terrorismo y mafia.

Lynch hizo caminos de ida y vuelta entre el sector público y el privado. Al dejar la Universidad, dio sus primeros pasos como abogada en una firma de Nueva York llamada Cahill Gordon & Reindel, donde era la única mujer negra junto con Alysa Rollock y Anette Gordon-Reed. Las tres respondían al apodo de The Triplettes. Salían a comer, a cenar, solían reír y apoyarse las unas a las otras, recuerda Gordon-Reed, que también se formó en Harvard, donde ahora enseña.

“Las cosas eran más difíciles para los negros a mediados de los ochenta por la forma en la que los bufetes estaban —y están— estructurados. El éxito no depende solo de su trabajo, sino también de cómo encajas en el programa. Tener un mentor, que es muy importante, era más difícil para los jóvenes negros. Creo que era igual para las mujeres”, reflexiona la profesora.

“Creo que las cosas para las mujeres son más fáciles ahora que cuando Janet Reno fue fiscal general”, recuerda Gorelick, aunque las profesionales en altos puestos de mando “siempre se topan con el problema de que, si son sensibles al entorno y a las consecuencias de sus actos, parecen blandas, y si eres dura también parece demasiado agresivo e inaceptable”. Para la abogada, “Loretta ha encontrado ese punto de equilibrio, es muy decidida, pero también tiene muy en cuenta la repercusión que sus decisiones tienen en la comunidad”.

El 3 de diciembre, cuando expuso la segunda fase de acusaciones de corrupción contra otros 16 cargos de la FIFA, la organización que dirige el fútbol mundial y mueve miles de millones, se expresó con contundencia: “El fraude a la confianza aquí es indignante, la escala de la corrupción es inadmisible y el mensaje de hoy debería ser claro para cualquier culpable que permanezca en la sombra, esperando a librarse de nuestra investigación: no escapará de nuestro foco”, advirtió.

Lynch arrancó la macroinvestigación sobre la FIFA cuando aún era fiscal de Nueva York, en un país donde el fútbol es un deporte minoritario, porque algunas de las operaciones irregulares se realizaron a través de bancos estadounidenses. Ya son 41, de momento, las personas o entidades envueltas en esta trama.

La lucha por los derechos civiles y humanos ha estado muy presente en su trabajo. En los noventa trabajó pro bono (sin retribución) para el Tribunal Criminal Internacional de Ruanda, establecido tras el genocidio de 1994. En su hoja de servicios también destaca el caso de Abner Louima, un inmigrante haitiano que fue violado en 1997 por un policía uniformado en una comisaría de Brooklyn, cuando trabajaba en la oficina de la fiscalía, un proceso que tuvo una enorme repercusión política y mediática y para el que, según contó Lynch más tarde, tuvo que aislarse. Dos años después, el presidente Bill Clinton la nombró fiscal federal para Nueva York, cargo que ocupó hasta 2001.

Luego volvió al sector privado. En la firma Hogan & Hartson trabajó con ella el abogado Dennis H. Tracey III, quien destaca su humildad. “Ella jamás llegaba a una reunión y trataba de imponer su visión, y tampoco hacía gran ostentación cuando sabía más que los demás, pero era muy meticulosa, bajaba a los detalles más nimios de cada caso”, apunta. Dos meses antes de incorporarse a la firma, Tracey la llamó para consultarle una duda. “No lo dudó ni un momento, vino conmigo y, aunque aún no estaba oficialmente en la firma, me ayudó a sacarlo adelante sin cobrarlo”.

Casada y con tres hijos, regresó al servicio público en 2010, cuando Obama le pidió que retomara su trabajo como fiscal en la oficina de Brooklyn. En sus ocho meses como fiscal general se ha enfrentado a casos de afroamericanos muertos por disparos policiales y los tiroteos masivos de los llamados lobos solitarios.

Una anécdota muy extendida de su biografía, que el padre de Lynch contó a The Observer, ilustra bien tanto sus capacidades como la atmósfera en la que creció. En su escuela de Durham, mayoritariamente de alumnos blancos, sacó tan buena nota en una prueba que los profesores desconfiaron y le pidieron que la repitiera. Allí se graduó con distinción. Lo hizo y mejoró la puntuación. De su madre, dice, aprendió que “se pueden hacer grandes cambios discretamente, con las decisiones que vas tomando sobre lo que aceptas y lo que no”. (Tomado de Diario El País)

martes, 15 de diciembre de 2015

Migración sigue siendo la gran esperanza garífuna

Composición de dos calles de Corozal, vacías. Todas las semanas salen personas con rumbo a Estados Unidos. 
 
Kenny Castillo Fernández
Investigador Independiente
Migración y Dispersión de la Población Garífuna en la Última Década
 
Tegucigalpa, Honduras 15 de diciembre de 2015.- Con mucha suerte Selvin Guity de 36 años podrá encontrar trabajo en estos meses que restan para finalizar 2015, lleva ya tres años de búsqueda y no ha podido conseguir. Él es parte de la inmensa población desempleada de las comunidades garífunas y en cuyo imaginario sólo cabe una cosa; emigrar, irse del país, principalmente a los Estados Unidos, pero si encuentra otro destino, Europa por ejemplo, también sería bueno.

Sentado en la playa de Corozal, sin camisa -la lleva en el hombro para escapar del calor- piensa en irse al exterior como marino de barcos cruceros. Alrededor de él hay unos cinco tipos que también buscan respuestas al desempleo.  

Viendo al horizonte hacia donde el mar se pierde y se une con el cielo, ubican su pensamiento en un posible negocio personal, pero esa posibilidad también es remota ya que los bancos resultan inaccesibles con sus inalcanzables requisitos; quizá dos avales que no podrán encontrar, una garantía que no tienen y por último, los  altos intereses.

Así están muchos jóvenes en las comunidades garífunas. Es prácticamente una nación en paro, gente económicamente activa que busca sobrevivir. Algunos que logran trabajar también piensan en irse porque sus trabajos no les dan para progresar. Los que tienen negocitos también están en lo mismo.

Selvin Guity
En lo que platicamos con Selvin, sus amigos bromean que dentro de poco se irá la energía eléctrica, a cada rato la quitan. También en Corozal, no hay que enfermarse porque encontrará pocas medicinas en el Centro de Salud local y quizá menos en el Hospital Regional Atlántida ubicado en La Ceiba.

Por eso y muchas cosas más Selvin está convencido, “hay que salir del país, no hay de otra, por lo menos yo, no me voy mojado” -se refiere a la travesía hacia los Estados Unidos por México-  son muchos lo que se van a expensas de lo que pase, de encontrarse cara a cara con los zetas o caerse del tren en que viajan y perder una pierna o un brazo. “No importa, como sea hay que intentar irse porque estamos en nada, muriéndonos es que estamos”, dice.

De Corozal se han ido varios que entran a los Estados Unidos caminando y han mejorado sus vidas. Unos pocos han regresado porque no encuentran lo que quieren, pero hay también quienes nunca vuelven porque mueren en México. Ni siquiera es posible traer los cuerpos para darles cristiana sepultura.

Garífunas y su cultura migrante
Según el Banco Mundial para el 2013 el 64.5 por ciento de los hondureños vivían en pobreza, el 42.6 por ciento en extrema pobreza. No existen estudios específicos sobre el pueblo garífuna, pero seguro que no caerá en esos rangos gracias a las remesas que envían sus familiares desde el exterior.

Mientras tanto, en mayo del año anterior cuando Estados Unidos se vio desbordado por la gran cantidad de personas que traspasaban sus fronteras y declaró Crisis Humanitaria en la Frontera con México, se fueron unos 5 mil garífunas, la media es de 100 por comunidad, pero hubo comunidades como Tornabé, Tela donde se fueron más.  Los vecinos recuerdan cuando dos buses partieron a dejar gente la frontera con Guatemala, eran días donde todos se querían ir.

A propósito, el 18 de agosto de 2014 Diario El País, el periódico global de España se fijó en el éxodo garífuna y publicó “Los garífunas son los descendientes de los esclavos traídos de África y los caribeños indígenas, incluyendo arahuacos y caribes isleños. Hablan una lengua distinta que mezcla las tres influencias. Históricamente han sido rechazados. Como hondureños, están siendo forzados a huir de su país debido a que las principales rutas de la delincuencia y el crimen organizado están pasando por sus territorios. Violencia y criminalidad, unidas a la falta de oportunidades y el caos de su país de origen hacen que se haya producido desde hace poco menos de un año un importante flujo migratorio hacia el Norte. 
 
Foto de Diario El País de España de Garífunas descansando en la difícil travesía por México hacia el país de las barras y las estrellas.
Eso es cierto, sin embargo los garífunas rechazan que se vayan por efecto de la violencia, señalan que las comunidades son tranquilas, emigran por el rechazo y la discriminación racial que le impide competir por los empleos y tener posibilidades de hacerse de una vida digna.

Una niña de 14 años, originaria de Triunfo de la Cruz, que a su temprana edad ya ha sido deportada una vez, dijo que cuando se iba, imaginaba que en Estados Unidos todo era bonito y que no le preocupaba dejar su comunidad, apunta que algún día volvería. A la par de la anterior de ella está una joven de 18 años, bilingüe y maestra de educación primaria que no ha podido conseguir trabajo.

Alianza para la Prosperidad
De regreso a Corozal, en el colegio las maestras reportan que los alumnos no llegan a sus clases, la única que no se queja es la profesora de inglés, sus clases están llenas y sus estudiantes tienen excelentes notas, ¿por qué? sencillamente ellos tienen planes de irse.

La moda de la emigración florece y ahora aparece una nueva figura: el coyote garífuna. Es el “héroe” de la película porque ayuda a la gente a cumplir sus sueños. Como lo dijo el sociólogo Ricardo Puerta, “es una suerte de trabajador social”. Hasta da crédito, muchos de los que ellos cruzan al Norte mejoran sus vidas, pero ellos continúan en las mismas.

Sobre las playas de las comunidades garífunas hay una gran presión por parte de los empresarios del sector turismo, algunos presionan a las buenas, otros a las malas. También por esto muchos deciden irse.  Los mares cada vez más pobres.
Pareciera una contradicción pero en un grupo focal celebrado en Tornabé, Tela, Atlántida una de las participantes planteó que el gobierno debería hacer algo por los “coyotes”, es decir no lo asumen como actividad ilegal. La situación no parece cambiar, la generación de empleos en las comunidades garífunas no existe, quizá cuando vengan los dólares de Obama y se ejecute el Plan Alianza para la Prosperidad, tal vez destinen unos millones a las comunidades garífunas y puedan estos ejercer el derecho de quedarse.

Selvin Guity enfila a embarcarse en Europa, ya inició trámites ante la Marina Mercante, con toda seguridad será un remesero más. Igual decisión tomarán cientos de jóvenes, inclusive mujeres, algo que no era usual, hace unos años. Un marino, no calificado, puede ganar al mes un salario que jamás tendría en Honduras. 
Kenny Castillo Fernández investiga la Migración y Dispersión de la Población Garífuna en la Última Década
  

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Los formas de Violencia que hacen emigrar a los garífunas desde Honduras




                                                                                                                                         Kenny Castillo Fernández
Garífunas detenidos por Migración en México en su viaje a Estados Unidos

Investigador Independiente
Migración y Dispersión de la Población Garífuna en la Última Década

La violencia contada a través de los homicidios, cantidad de balas; armas cortas y de grueso calibre no es la que hace emigrar a los GARIFUNAS desde Honduras. No lo es en lo absoluto, sino las otras formas de violencia que no preocupan ni a los medios de comunicación social, ni a los analistas ni a los académicos. ¿A quién le molesta, por ejemplo, la discriminación racial? ¿Se le ocurre a usted designar la falta de oportunidades como un factor de expulsión? 

¿Cuántos foros, cuantas consultorías, cuántos apoyos de la comunidad internacional se destinan a estos temas. ¿Cuantos observatorios existen para estos asuntos? ¿Aparecen en las prioridades del país?
Se ha extendido la creencia de que los garífunas forman parte de los hondureños que emigran del país huyendo de la inseguridad ciudadana, del aumento descomunal de los índices de criminalidad; afirmar tal cosa es caer en la falacia e indica un claro desconocimiento de la realidad de estas comunidades.

El éxodo garífuna está vinculado a otros tipos de violencia, que no generan cobertura mediática, ni convoca a los especialistas; se trata de violencias silenciosas, que no son sangrientas, aunque han generado sangre. Estos tipos de violencias son las que NO gastan la tinta de los periódicos, ni aparecen en la televisión.

Fue violento el desalojo de decenas de garífunas por parte de la Policía Nacional -con sus armas de poder- en la aldea Barra Vieja, Tela, Atlántida. Lo mismo aconteció en Castilla. Ninguno de los actos apareció en los periódicos. Estos acontecimientos violan derechos fundamentales como el goce de la justicia y de ser tratado de la misma manera que los otros, entendiendo a los dueños de los proyectos turísticos que promueven esos desalojos. 

La marginación socioeconómica es violencia, no da oportunidades, cierra todas las puertas y condena a la pobreza y miseria a miles de familias. La dificultad para acceder a préstamos en los Bancos y todas las políticas económicas es la violencia del sistema porque escoge a quienes se les da oportunidad y a quienes no. Eso es violencia.

La presión que hay sobre las tierras garífunas es violencia. La desigualdad es violencia, la marginación también lo es. La falta de oportunidad es violencia. El desempleo es violencia. La exclusión es violencia, la discriminación y la indiferencia, igualmente.

Los garífunas tal y como lo sugiere el sociólogo Ricardo Puerta han sido migrantes por generaciones y esto no está asociado a la violencia. Han desarrollado una cultura migratoria y no porque quieran, la condición de vida en Honduras los ha forzado.

Sumemos también los violentos efectos del cambio climático; los mares cada vez más pobres. Para conseguir peces hay que viajar más lejos dentro del mar, claman los pescadores. En adición a lo anterior, la enfermedad que acabó con miles de cocoteros parte esencial de la dieta alimenticia de los garífunas.

En consecuencia los garífunas han sido creativos y han puesto a operar sus propias redes de migración para encontrar los estadios de superación que aquí se les ha sido vedado y esa transnacionalidad ha sido positiva, pues el milagro del desarrollo, transformación socioeconómica y la explicación del progreso garífuna tiene nombre y apellido: migración hacia los Estados Unidos.

Otra más: como en los años 40, 50, 60, 70 u 80 no fue la violencia criminal la que ha sido factor de expulsión para los garífunas, ahora tampoco lo es. Los garífunas se siguen yendo por los mismos motivos que hace 70 años, seguimos luchando por lo mismo, tal y como nos lo dijo el 30 de marzo en una conferencia en Memphis, Tenesse la directora ejecutiva de Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP), Madeline Taylor.

El problema radica en cómo la mentalidad paranoica que se ha desarrollado en Honduras nos programa para que cuando no hay sangre, no hay problema; cuando no hay muertos tampoco. Es la forma como se nos ha alterado el sistema nervioso central, la idiosincrasia y la visión sobre los hechos que ocurren a nuestro alrededor.

Foto de Diario El País de España