lunes, 2 de noviembre de 2009

Resistencia declara vigilia en el Congreso por la restitución de Zelaya


El Frente Nacional contra el golpe de Estado, Resistencia, se declaró, en el propio patio del Congreso Nacional, en vigilia hasta que este poder del Estado decida la restitución de Manuel Zelaya en el mandato de la nación.

Cientos de hondureños que desprecian el golpe se conglomeraron en las afueras del Congreso y al ritmo de gritos y saltos exigieron al Congreso que, de una vez por todas, cumpla con su parte en la vuelta a la democracia, interrumpida el 28 de junio pasado mediante un golpe militar que sacó del poder y del país a Zelaya.

Rafael Alegría, uno de los dirigentes connotados de la Resistencia, urgió a los diputados para que hagan lo que tengan que hacer, que se sirvan en solicitar la convocatoria y la inmediata restitución de Zelaya. También indicaron que de no haber restitución, no habrá elecciones.

Para este día 2 noviembre, según el Acuerdo, estaba programado un acto público ceremonial y protocolario del fin de la crisis y la conformación de la Comisión de Verificación.

ACUERDO GUAYMURAS




El 28 de junio sacacopias del Congreso ocuparon curules

En aquella sesión golpista del 28 de junio, personal logístico del Congreso fue llamado a sentarse en las curules para aparentar asistencia total




En la sesión del 28 de junio, pocas horas después del golpe militar que secuestró y desterró al presidente de Honduras Manuel Zelaya, personal del Congreso que se ocupa entre otras cosas de sacar copias a los diputados fueron llamados a ocupar curules para dar la falsa impresión de que el hemiciclo estaba lleno, así lo ha dicho la diputada por la Unificación Democrática (UD) Silvia Ayala, revelando así, otro aspecto del golpe contra Mel Zelaya.

Pese al flagrante destierro, Jorge Saavedra entonces secretario del Congreso, en esa reunión, leyó una supuesta carta de renuncia. Resulta lógico que si Mel hubiera renunciado, no había necesidad de sacarlo del país, ni llenarle su casa de militares, pero los diputados no tienen sentido de lógica y se creyeron su propia mentira.

En aquella mañana, del 28 junio, minutos después de las 5 de la mañana, cuando el Presidente Zelaya se aprestaba a levantarse para ir a los actos de inauguración de la Encuesta Popular, un enjambre de militares llegó a su casa y, habiendo hecho varios disparos entraron, cuando lo tuvieron en frente, le comunicaron que venían a sacarlo, que no se resistiera porque sino le disparaban. Acto seguido fue conducido a la Fuerza Aérea de Tegucigalpa, luego llevado a un lugar desconocido que posteriormente resultó ser San José Costa Rica con una escala en la Base Aérea de Palmerola en la ciudad de Comayagua.

Luego de esta escena, cerca del mediodía el Congreso convocó al pleno que precedió a nombrar a Micheletti presidente y el comienzo del gobierno de facto.

Silvia Ayala, aseguró que además de permitir que el personal de logística se sentara en los curules, se le negó la entrada a varios diputados contrarios al golpe de estado, entre ellos Marvin Ponce, jefe del Colectivo de Diputados de la Unificación Democrática y a otros de afiliación liberal.

La revelaciones anteriores las brindó, Ayala en el marco de una extensa entrevista concedida al programa de la UD en Radio Globo y, en el que entre otras cosas, habló sobre una gira por Francia y España, hablando sobre los acontecimientos en Honduras.

Frontal y combativa, como suele serlo, Ayala, indicó que “Si la gente hubiera querido, remotamente, que Micheletti lo gobernara, él hubiera ganado las elecciones internas, pero fue completamente aplastado”. Además, dejó claro que ella no es ni liberal, ni melista, se identificó como una hondureña que activa contra “el retroceso en que nos instala un golpe militar  porque la toma del poder mediante las armas es una regresión en la historia”.

También puso en entredicho la seriedad profesional y responsabilidad ciudadana de Arturo Corrales, Mauricio Villeda y Vilma Morales, representantes de Micheletti en las reuniones sostenidas en Costa Rica.

“A veces no se pudo avanzar porque Mauricio Villeda debía dormir y, cuando Villeda se despertaba, la que tenía que dormir era doña Vilma”, mientras que sobre Corrales, dijo que aparecía contando chistes sobre elefantes y otras cosas absurdas.