viernes, 12 de diciembre de 2014

Un seleccionado de ajedrez de China-Taipei es GARIFUNA



El carnet federátivo de Samuel en el 2010.
Tegucigalpa, Honduras 12 de diciembre de 2014.- ¿Se imagina usted, un garífuna representando en Ajedrez a la República de China(Taiwán)?, ¿Un seleccionado chino-taiwanés que sea garífuna?, ummmm, no verdad ?, seguramente que no. Pues esta imagen que bien podría pertenecer a la ficción, es la vida real para el compatriota Samuel Noralez Arauz, que desde hace algunos años compite en ajedrez internacional bajo la bandera de China-Taiwán.

Es realmente extraordinario y aunque Samuel tiene todo para que lo invada la vanidad y el egocentrismo, reivindica ser un garífuna hondureño, cien por ciento catracho. Su historia es para leer, nació en Tegucigalpa, ganó oro en los Juegos Deportivos Centroamericanos de 1997 celebrados en San Pedro Sula, es abogado y periodista. Que un garífuna ganara la máxima presea en el deporte-ciencia como llaman al ajedrez era excepcional, pero su talento y capacidad no fue suficiente para retenerlo en Honduras, debió migrar.

Pese a ser una gloria del deporte nacional, Samuel no logró apoyo. Tampoco encontró trabajo en ninguna de las dos profesiones obtenidas en la UNAH. Hoy, con una simple búsqueda en internet, nos encontramos con su carnet de FIDE-Master, de la Federación Internacional de Ajedrez y un sinfín de otras referencias sobre su carrera deportiva.

A Samuel lo conocí hace muchos años, justamente atraído por la fama que le dio haber sido medallista centroamericano, me encontré con un tipo muy jovial, de mucha cultura,  que reía a menudo; su humildad brotaba a flor de piel.  Y sigue siendo así, porque no ha tardado en contestar  mis correos.

Esta vez acudí a él por una investigación que estoy haciendo sobre emigración garífuna. Me interesa saber hasta donde hemos llegado los garífunas y cómo nos hemos apareado con otras culturas del mundo. Es sorprendente!! Mi entrevistado está casado con una mujer del país que le abrió las puertas y tienen un hijo. Probablemente sea el primer garífuna seleccionado de un país que no es Honduras, ni Belice, ni Guatemala los países naturales para los garífunas, incluyendo a Estados Unidos, país de adopción de miles de nuestros hermanos.

En la línea 14 el nombre del garífuna-chino en la lista de Taiwán
Me alegra tu éxito en China, -le digo- vía un sistema de chat- bueno creo que Honduras no te merecía, agrego.

Responde: Al contrario, Honduras sí me merecía, lastimosamente, los gobernantes, no. Tenemos un lindo país, pero bueno siempre adelante con un corazón 100 por ciento catracho.  Físicamente estoy afuera, pero moralmente cada minuto estoy en mi tierra que me vio nacer.
Samuel de turista, en algún lugar del mundo.

-Desde el año 2000, estoy fuera, añade. Después de graduarme, no logré trabajo ni de abogado, ni de periodista. Aplique a una beca para Taiwán, por recomendación de un amigo, íbamos a aplicar los dos, pero quien terminé aplicando sólo yo.

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¿Cómo estás con el chino-mandarín?

Samuel: Lo hablo y lo que no me sé, me lo invento Jajaja. Todos los días aprendiendo algo nuevo. El mandarín es un idioma difícil por su escritura y en lo particular en el aspecto fonético ya que tiene tonalidades. Creo que el mundo tiene los ojos puestos en China. Ahora es el inglés y el español, sin embargo, dentro de poco el Mandarín va a ser muy importante.

“Nosotros los garífunas somos gentes de talento, tenemos representantes en todas las disciplinas. No tenemos nada que envidiar a nadie, a ningún país, lastimosamente no hay apoyo en Honduras, por eso es que salimos”.

Por ahora Samuel reside en Chile, debe jugar para activarse en el ranking. Quizá en algún momento vuelva para compartir sus conocimientos con las futuras generaciones. Pero dos cosas nos muestra, primero: que el GARIFUNA no es menos que nadie y dos, la enorme fuga de talentos sigue siendo una gran pérdida para Honduras. Quizá lo peor de esto es que la emigración se mantiene como la gran esperanza para muchos de nosotros, va en alza. Pareciera que no hay forma de evitarlo.