sábado, 6 de febrero de 2010

"Faluma Bimetu”, las etnias conquistan el espectro

Hace un mes esta radio comunitaria de Honduras fue pasto de las llamas mediante una acción criminal, hoy vuelve al aire. Un triunfo de la Organización Fraternal Negra de Honduras.



Tegucigalpa, Honduras.- La democratización del espectro radioeléctrico en Latinoamérica y su servicio a favor de las clases marginadas, como las etnias, alcanzó un gran impulso desde Honduras con el relanzamiento de “Faluma Bimetu”, una emisora incendiada hace un mes, llevándose con ello además de aparatos eléctricos, el proceso de integración cultural de los pueblos y la consolidación del Estado de derecho.

Faluma Bimetu es una frase garífuna que en español equivale a Coco Dulce. Los garífunas somos un pueblo afrodescendiente apostados en Honduras desde 1797. Actualmente hay más de 50 comunidades garífunas, no obstante, no hay a ciencia cierta, una cifra oficial de la cantidad de población. Los garifunas experimentamos los mismos problemas y luchas de los pueblos autóctonos de América.

Faluma Bimetu está ubicada en la comunidad de Triunfo de la Cruz a unos 300 kilómetros al norte de Tegucigalpa, al amanecer del 6 de enero se había convertido en cenizas. En un comunicado la Ofraneh sostiene que “Las paredes de la radio, antes manchadas de humo negro, ahora ya lucen del color del mar en este pueblo de pescadores. Los locutores, miembros de la comunidad y brigadistas internacionales han trabajado juntos más de una semana para que la Radio Comunitaria Faluma Bimetu vuelva al aire durante un acto político cultural en el Encuentro para el Derecho a la Difusión de Nuestras Voces.

El espectro radioeléctrico es un potente catalizador del desarrollo, pero en Latinoamérica ha estado secuestrado por las clases pudientes. La tarea de ellos es conspirar contra la democracia. Sus estrategias de comunicación es mentir, lavar los cerebros, llenar las mentes de ideas putrefactas para quedarse con todo lo que nos pertenece a todos, una de sus líneas de acción es la extorsión a los gobiernos, por eso la reapertura de Faluma Bimetu, es un triunfo de todos.