lunes, 2 de mayo de 2011

Una boda realmente asquerosa

Criminales, saquearon África

Búsqueda de diamantes en Sierra Leona
Siento mucho por los que admiraron la boda real, pero lo que yo vi fue una asquerosa muestra de ostentación producto del pillaje que la monarquía inglesa hizo en África. Cuanto lujo, pero cuanto robo hicieron en nuestra África. Cuanta impunidad. La reina, su descendencia y todo los que le ayudan debieran estar tras las rejas, culpables de latrocinio, genocidio; son unos violadores, torturadores.

Sorprende cuanta gente gasta su visión, viendo la boda de una familia cansada de cometer crímenes, pero seguramente habrá una que otra mentalidad colonialista y otros masoquistas que adorarían  sentirse como esclavos.

Cuanto dolor ha dejado la vulgar familia en África, son culpables de haber separado a las familias y con un real cinismo le muestran al mundo el botín robado.  Muchas mujeres fueron violadas en África, estoy seguro que a la reina no le hubiese gustado pasar por esta experiencia. A lo mejor sí, quien sabe.

Desde que vi el anuncio de la boda, eliminé toda posibilidad de verla, pero ni siquiera eso me ha evitado ver algún detalle.

Diamantes a por montón en la cabeza de la novia, me hace recordar Blood Diamond” (Diamantes de Sangre). En esa producción dirigida por Edward Swick  se muestra como sufren miles de familias en África en la extracción de diamantes y como los europeos financian con su hipocresía esa fábrica sangrienta.

La época esclavista fue muy dura y de eso buena parte de responsabilidad tiene la familia real. En los barcos de la muerte había mucho sufrimiento, a veces a los esclavos ni siquiera les daban agua, los trataban como animales, los grilletes quedaban marcados en las manos.
Los ingleses de la reina entraban a las casas y violaban a mujeres y simplemente disparaban a los hombres, así  se hicieron dueños de todo, saquearon los países y con eso construyeron su palacio en Europa. Pobre Lady Di, donde se fue a meter.

Los negros de las Américas, que estamos aquí no porque queramos, debemos insistir en la reparación, debe haber alguna forma de resarcir el daño causado.

Tengo razones para estar agradecido con Inglaterra, pero aún la cuenta es mucha.

Para los que pudieran estarse preguntando, no escribo por resentimiento, sino porque creo en la justicia, debe haber justicia. Lo cometido por estos señores, es un crimen que sigue vigente y que aún tiene connotaciones pese al paso de los años. Los hermanos brasileños, colombianos, ecuatorianos, estadounidenses, los del caribe a los que impusieron el inglés como lengua, está bien el perdón, para quienes tienen ganas de perdonar, pero no olvidar. Quien olvida corre serios riesgos.