jueves, 10 de diciembre de 2009

Avión mexicano que venía a traer a Mel Zelaya se regresó de El Salvador

El acuerdo se disolvió a última hora en la noche del miércoles, porque Zelaya quería salir como Presidente, con todos los honores, mientras que Michelleti buscaba que fuera mediante un salvoconducto.

Mel Zelaya lee un comunicado en la Embajada de Brasil


Pablo Ordaz. El País.com
La salida de Zelaya de Honduras fue urdiéndose en "lo oscurito", pero en cuanto vio la luz, saltó por los aires. El gobierno de México y el presidente depuesto, que lleva refugiado en la embajada de Brasil desde el pasado 21 de septiembre, habían llegado a un principio de acuerdo: Zelaya abandonaría su incómodo refugio para continuar desde México su ya casi imposible lucha por recuperar el poder. Según diversas fuentes, el gobierno de facto estaba dispuesto a permitir la operación bajo el viejo principio no escrito de "enemigo que huye, puente de plata".

Pero, conforme iba acercándose el supuesto desenlace, la situación volvió a complicarse. Dos emisoras hondureñas -una cercana al presidente depuesto y otra al presidente golpista?desvelaron el tejemaneje. Las informaciones hablaban de que Zelaya estaba buscando "asilo político" en México, y eso olía a huída, a renuncia, a derrota. Así que el presidente depuesto volvió a rebuscar en su orgullo y declaró: "Yo no pido, no solicito, no quiero, no acepto asilo político absolutamente de nadie, de ninguna sociedad, de ningún país, de nadie. Yo no tengo ningún salvoconducto. En el caso de una eventual salida, tendría que ser dentro de mi calidad de presidente de los hondureños, ya que mi periodo vence el 27 de enero de 2010".

Micheletti, por su parte, estaba dispuesto a permitir la salida de un hombre vencido, pero no de un presidente orgulloso. El canciller del gobierno de facto, Carlos López Contreras, alegó problemas de forma para negar el salvoconducto a Zelaya. "Si México quiere darle asilo político, nosotros estaremos encantados de dárselo, pero esa petición tiene que ajustarse a la convención de Caracas. México pide sólo un salvoconducto, pero no detalla cómo va a recibir al señor Zelaya ni en calidad de qué".

De nuevo, el gobierno golpista del pequeño país centroamericano volvía a tomar las riendas de la situación. Si Micheletti no se doblegó ni cuando Estados Unidos le puso la soga al cuello, ¿por qué iba a permitir ahora una salida honrosa para Zelaya? Los aviones dispuestos por México para sacar de Honduras a Zelaya, su familia y sus principales colaboradores tuvieron que darse la vuelta y aterrizar finalmente en San Salvador. No obstante, el gobierno de México, mediante un portavoz oficial, insistió en que las conversaciones a tres bandas -Zelaya, gobierno hondureño de facto y cancillería mexicana?continúan y la solución puede llegar en las próximas horas...: "O en los próximos días".

"Somos un país con una lengua propia"

Pep Guardiola. Arrebatadora.com


Un poco de fútbol: El entrenador del Barcelona Pep Guardiola, habló ayer en catalán (idioma materno) en una conferencia de prensa de cierre tras un encuentro de fútbol desarrollado en Ucrania.

Uno de los periodistas ucranianos le reclamó este hecho...¿Por qué Guardiola hablaba en catalan, si estaba en Ucrania y sólo unos pocos periodistas paisanos, podrían entenderle?

La respuesta de Guardiola fue "Somos un país con una lengua propia". Obviamente, el entrenador se volvió, con esta declaración, un político, pero también un agente cultural, un luchador social, un defensor de lo suyo. Esta última parte es lo que a mi me ha gustado.

¿Quienes de nosotros haría o hace lo de Guardiola?

Sin duda...es un hombre del que debiéramos aprender todo los que tenemos una nación dentro de un territorio, una lengua que convive con otra legua mayoritaria, una cultura junto con otra cultura. Sin menoscabo del caracter político de su manifestación, debiéramos aprender de ello.

Los garífunas somos una nación, aunque a la sociología hondureña le cueste admitirlo y aunque ellos nos llamen "subcultura".

Que hablemos, miskito, pech, español, mandarín, inglés, portugués, aleman o lo que sea, es un triunfo de la capacidad de adaptación nuestra. Una muestra más de nuestra inteligencia, pero tenemos lengua propia y estemos donde estemos deberíamos de usarla. Ese es un derecho y derecho que no se defiende se pierde. Deberíamos pues de empezar a hablar en las conferencias de prensa, en nuestra vida diaria, en nuestras relaciones interpersonales, en todo momento y en todo lugar garífuna.... Como Guardiola lo hace con el catalán.