miércoles, 15 de septiembre de 2010

Honduras; se venden ríos, ¿Quiere uno?


Tegucigalpa/ Fotos Giordi.Panoramio.com
Hace más de un año, me tocó cubrir – en calidad de periodista- Las negociacion del Acuerdo de Asociación de Centroamérica con Europa. La evolución de ese instrumento no fue fácil, puesto que algunas fuerzas sociales advertían que los europeos venían para apropiarse de nuestros recursos naturales, en especial, el agua, los bosques, el aire -posible petroleos- recursos marinos… de todo.

Hoy, sin embargo, los verdugos no fueron los europeos, el Congreso Nacional de Honduras aumentando su  mal prestigio ha consecionado a grupos empresariales hondureños varios ríos de la Costa Norte para que durante 30 años o más, produzcan energía eléctrica y se la vendan la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) lo que se convierte en un negocio redondo.

Ciertamente que la utilización de los recursos naturales es obligatorio, así como la tierra nos da papa, así los ríos nos pueden dar energía. En eso no hay problema. Como siempre el inconveniente es la forma en que se tratan las cosas. Nuevamente quienes se adueñan de los ríos ahora son las personas  que manejan todo en el país, además dejan a los pobladores silbando en la loma.

El Congreso actual hondureño, no es diferente al resto de los Congresos pasados. Aquellos aprobaron movidas contra el pueblo hondureño y este igual. Aunque haya unas pocas voces en contra como las del diputado Marvin Ponce.

Una de las principales víctimas es la comunidad garífuna (etnia racial del norte de Honduras). En las comunidades de San Antonio se ha entregado el Rio Mármol, En Santa Fe el río Betulia y otro río en Iriona y ninguno de los habitantes es socio, tampoco le dijeron nada a la comunidad, sencillamente se tomaron los ríos se los dieron a alguien y ya está.

Los habitantes de Sambo han venido a Tegucigalpa a denunciar los hechos ante los órganos correspondientes
 y se aprestan a una lucha tenaz, similar a David contra Goliat. Ellos también ha conformado alianza con habitantes de San Juan Pueblo que tienen igual problema.


Como no se puede detener el desarrollo,  pensamos que lo adecuado es que el Congreso  convierta a los pueblos en propietarios de los proyectos, para que usufructúen lo que es de ellos. No se me ocurre otra forma correcta de hacerlo. Pero no todo queda allí, la Secretaría de recursos naturales y de Ambiente ha concedido licencias ambientales sin los mínimos requerimientos de ley y en unos plazos de sospecha rapidez.