martes, 27 de octubre de 2009

Tío Sam viene a mostrar su musculo

Al cumplirse 123 días del golpe, Estados Unidos decide meterse de cabeza en Honduras, ahora veremos si están con Dios o con el diablo 

Artículo tomado del El País.com
Estados Unidos ha decidido implicarse "activamente" en la crisis política desatada en Honduras tras el golpe de Estado que derrocó a Zelaya el pasado verano. Este miércoles viaja al país una delegación de la Casa Blanca, encabezada por el secretario de Estado adjunto para América Latina, Thomas Shannon, y el consejero adjunto de Seguridad Nacional para la región, Dan Restrepo, para presionar e impulsar las negociaciones entre el Gobierno golpista, presidido por Roberto Micheletti, y el destituido Zelaya, enrocados en sus posiciones tras varias semanas de diálogo infructuoso .

La delegación, que permanecerá dos días en Honduras, tiene previsto entrevistarse con actores políticos, económicos y sociales del país, en un "esfuerzo para continuar promoviendo una solución hondureña" a la crisis, "a través del diálogo internacional".

Según el portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly, Estados Unidos está "activamente comprometido" con ambas partes y, de hecho, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, habló durante el pasado fin de semana con Micheletti y Zelaya, a los que la delegación va a pedir "flexibilidad" para acabar con la crisis.

No lo tendrán fácil los enviados estadounidenses. Este mismo martes, Micheletti advirtió a la delegación que no va a aceptar la restitución Zelaya de ninguna manera. Por su parte Zelaya, que regresó por sorpresa a Honduras el 21 de septiembre y permanece refugiado en la Embajada brasileña en Tegucigalpa, dio por concluidas las negociaciones iniciadas el 7 de octubre viernes al no llegarse a un acuerdo sobre su restitución, si bien se alcanzó un consenso sobre el resto de puntos del Acuerdo de San José, impulsado por el presidente de Costa Rica, Oscar Arias. La última propuesta, planteada por la delegación de Micheletti y rechazada por Zelaya, planteaba que ambos se retiraran y dejaran paso a un nuevo jefe de Estado y un Gobierno de transición.

"El reloj está corriendo", ha advertido Ian Kelly, ya que la falta de acuerdo amenaza la legitimidad de los comicios convocados para el 29 de noviembre y algunos países han dicho que no reconocerán los resultados en las actuales circunstancias. "Queremos ver unas elecciones (...) que gocen de la legitimidad internacional", ha declarado Kelly, que subrayó la necesidad de que sea un proceso abierto y transparente.

En Washington no todos apoyan la línea que ha adoptado el presidente, Barack Obama, junto al resto de la comunidad internacional a favor de la restitución de Zelaya, informan medios locales. Algunos congresistas republicanos han cuestionado ese apoyo a un presidente que consideran "peligrosamente" cercano a gobiernos como los de Venezuela, Cuba o Nicaragua, y al que culpan de ser el primer origen de la crisis.