jueves, 2 de septiembre de 2010

"México para los mexicanos…"

Van dos semanas del genocidio suscitado en Tamaulipas México y el mundo aún no lo puede entender


Tegucigalpa.
En la base aérea Hernán Acosta Mejía de Tegucigalpa -capital de Honduras-, sólo se escuchaba llanto, sólo se miraban escenas de dolor, sólo se hablaba de recuerdos y de muerte. La esposa que enviudó a los 21 años y grita desconsoladamente; la madre que nunca esperó enterrar a su hijo: llanto y más llanto.

Había también un Presidente -Porfirio Lobo Sosa- impactado. Una prensa captando los ángulos más crueles de la desgracia y el país entero paralizado viendo la televisión.

Se trata, ni más ni menos de la llegada de los mártires. Los héroes de la esperanza, los portaestandartes de la lucha. Como era de esperarse, el gobierno dispuso todas las formalidades para recibir a nuestros fracasados compatriotas.

En esta primera entrega vinieron 16 cadáveres; 4 de ellos con los nombres confundidos. Faltan 5 de los ya confirmados 21 hondureños. No existe ninguna explicación lógica para tan horrible suceso. Asumo que los mexicanos no se referían a esto en su famosa frase de “México para los mexicanos”.

He aquí entonces el peor incidente en la historia de la inmigración humana, ni siquiera en tiempos de salvajismos y barbarie -antes de la civilización, hubo crímenes de esta magnitud- Lo de México no tiene nombre. Pareciera que quienes gobiernan son las bandas organizadas ¿Acaso asesinar a 72 personas, mantenerlas escondidas, es fácil. ¿Qué clase de criminales son estos?
Un amigo -cuyo nombre esconde- regresó a mitad de México porque ya no soportaba el rostro y el carácter de las personas que aparecían a su paso. Su estadía allá, la resume así; Policía corrupta que te quita el dinero, mediante amenazas o a punta de pistola; hacendados que te reportan a la Policía cuando andan de buenas... cuando andan a medias te persiguen a tiros y mejor no decir lo que hacen cuando están de malas.

Cuenta – mi amigo- que los capataces se divierten disparando a los pobres ilegales que se enmontañan tratando de escapar a las autoridades. Ah los Policías violan a las mujeres y lo hacen por turno.
Mientras uno comete la violación, los otros mantienen sostenida a las mujeres para que el violador cumpla con su animalidad. Así van de uno en uno. Ni siquiera se esconden y si un inmigrante voltea a ver, tan solo exclaman " Y vos que mirás, seguí tu camino".

Rara vez aparece un buen samaritano que regala comida y coloca agua ....Fantástico!!

Ya días sabemos que la intolerancia mexicana a los ilegales se ha venido extinguiendo pero al extremo de acabar con 72 vidas es realmente apocalíptico. Pero quienes más deben aprender de esto son los gobiernos de los países cuyos compatriotas fueron asesinados. La lucha contra la pobreza y el mejoramiento de las condiciones de vida deben ser prioridad. Los criminales mexicanos continuarán humillando, capturando, deportando, secuestrando, extorsionado… matando y gritando México para los mexicanos.