Tegucigalpa, Honduras 16 de
junio de 2015.- Cuando estuve
en el periodismo deportivo, los dirigentes del fútbol siempre me parecieron seres
extraordinariamente extraños, por no decir raros. No digo que sea otro espécimen
de raza humana, pero sí que vienen dotados de unas raras formaciones. Siempre asumí
que la FIFA era una mafia, que los dirigentes eran corruptos, pero ¿cómo
probarlo? No había forma.
Ahora que Chuck Blazer, con su papel de doble agente logró resquebrajar todo el andamiaje de la FIFA, siento un sabor a gloria, gloria ajena. Pocas veces he sentido ganar de querer felicitar a alguien.
Uno entrevista a los dirigentes del fútbol y de inmediato sabemos que algo pasa. El día que decidí
dejar el periodismo yo pensaba en este tipo de cosas. Siempre consideré que el
contexto futbolístico, no es transparente. Sabíamos por ejemplo que en muchos
casos la FIFA se opone a la intervención de justicia ordinaria.
Casi estoy seguro que los dirigentes futbolísticos del mundo son iguales. Tienen
inclinaciones esclavistas, son egocéntricos. Siempre he dicho también que los
futbolistas son iguales, al igual que el fútbol es también el mismo. Pareciera
una banalidad, pero a lo que los quiero llevar es a que todos son corruptos. No
me extraña para nada el escándalo de la FIFA, había estado esperándolo.
Lo que me preocupa ahora es como adecentar el fútbol, como generar una profilaxis
y crear un nuevo orden futbolístico mundial. Cómo hacemos para blindar al fútbol
de la corrupción. Se me ocurre que es imposible. La cantidad navegable de
dólares en que se maneja el fútbol global hace que sea virtualmente imposible
mantenerlo a salvo.
LA FIFA, más que leyes necesita valores y principios. ¿Cómo es posible que a
los jugadores sí se les castiga por sobornos y se actúa de manera benigna y condescendiente
con los dirigentes picaros? ¿Cómo es posible que los mecanismos internos de la
FIFA no se hayan percatado de tan enorme desastre, sencillamente lo sabía y se hizo de la vista gorda, vuelvo y repito
la FIFA es una mafia.
Siendo así, deben ser pocas las federaciones sin actos de corrupción y no me
parece bien que estos tipos se hayan burlado de los aficionados al fútbol.
Esperamos que las penas, del gobierno de los Estados Unidos una vez comprobados
los delitos, sean superlativas, proporcional a la investidura de cada uno de
los involucrados.
Los países cuyos estamentos han anunciado investigaciones, me parecen que
están en el camino correcto. Sabemos que las organizaciones como lo seres
humanos no son perfectos, pero hay diferentes tipos de errores y el pecado que
hoy se descubre, sólo pueden ser obra de mentes torcidas, de verdaderos
psicópatas.
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