Tomado Diario El país. España
El doctor Eugène Rwamucyo, de origen ruandés, se metió un día con el sobrepeso de una enfermera con la que trabajaba en el hospital de la localidad de Maubeuge, al norte de Francia y fronteriza con Bélgica. La enfermera, enfadada, tecleó en Google el nombre del facultativo, quizá para buscar algún trapo sucio con el que contraatacar. Encontró algo que le podía hacer mucho daño, más del que le hizo él con la broma sobre sus kilos de más: detrás de doctor Rwamucyo (residente en Francia con todos los papeles en regla), se encontraba un presunto homicida que buscaba la Policía Internacional.
El caso del doctor Rwamucyo puede convertirse en un escándalo en Francia. ¿Sabía el Gobierno de las acusaciones que había contra Rwancyo en el momento en el que se le concedió el permiso de residencia? Si no lo sabía parece que se mostró menos competente en la constatación de los antecedentes penales y las órdenes de búsqueda internacional que una enfermera con sed de venganza.
El primer político en mover ficha contra la presencia de este doctor buscado por una acusación de crímenes de guerra y genocidio ha sido el alcalde socialista de la localidad de Maubeuge, Rémi Pauvros, que ha pedido una "urgente clarificación" al Gobierno de la presencia de Rwamcuyo. "Yo me pregunto sobre el hecho de que una persona buscada por la Interpol, clasificada como rojo por la Interpol, puede beneficiarse de un permiso de residencia". "Si es un genocida no tiene nada que hacer en Francia", añadía el alcalde.
Henri Mennecier, director del hospital donde trabajaba el médico desde mayo de 2008 y la enfermera que encontró la orden de búsqueda internacional, decidió el pasado jueves suspender de sus funciones al facultativo, "para mantener el clima sereno en el centro". Mennecier asegura que el médico buscado por la Interpol "niega en bloque todas estas acusaciones", al tiempo que aseguraba que su suspensión "le permitirá organizar su defensa".
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